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Los lodos del Canal que se vertieron en Velilla incluyen cadmio y cinc

Las montañas de lodo procedentes de la depuradora del Canal de Isabel II en San Fernando de Henares que se vertieron ilegalmente en un descampado de Velilla de San Antonio (4.600 habitantes) presentan un "alto contenido" en dos metales pesados, cadmio y cinc, lo que impide su aprovechamiento como fertilizante agrícola. El lodo se depositó en una finca de un concejal del PP, agricultor de profesión.

Los análisis de laboratorio encargados por la consejería que dirige Carlos Mayor Oreja han revelado que los lodos vertidos en la finca Torreblanca incluyen cinc y cadmio en una de las tres muestras que tomaron los técnicos. En consecuencia, estos fangos no podrán emplearse como abono y deberán ser trasladados a un vertedero controlado. El director general de Calidad Ambiental, Ignacio López Galiacho, aclaró que ha encargado un contrainforme para verificar estos resultados; en caso de confirmarse, la empresa responsable de los vertidos, CMB Residuos, será sancionada por falta grave, lo que se traduce en una multa de entre 100.000 y cinco millones de pesetas.López Galiacho calificó todo lo sucedido de "inadmisible", y abogó por que la sanción sea "severa", aunque la decisión final la tomará el funcionario de disciplina ambiental que instruye el expediente. "CMB ha actuado a sabiendas de que el depósito temporal de lodos está prohibido, sin contar con licencia municipal y sin el más mínimo informe de impacto ambiental en el terreno. Se han saltado todo lo que se podían saltar, y encima ahora habrá que comprobar el grado de contaminación que han generado en el suelo", relató.

4.000 toneladas secas

Según el último informe regional, los lodos del Canal que terminaron en la cantera del concejal del Partido Popular en Velilla Tomás Ayuso suman 12.600 toneladas, que, tras el proceso de secado, se quedan en unas 4.000 toneladas. Ayuso argumentó que había pactado con CMB este vertido "sin saber que era ilegal" y con la intención de probar los lodos como fertilizantes en los distintos terrenos que posee. "Era una forma de ahorrarme un dinero. Al cabo del año me gasto unos dos millones en abonos", confesó.

El director de Calidad Ambiental se mostró "convencido" de que existía algún acuerdo económico entre el edil del PP y la empresa responsable del vertido, aunque Ayuso lo ha negado. Una fuente próxima a este edil insistió en que las 4.000 toneladas de abono las quería para "uso propio, a lo largo de varios años". Ahora, si el segundo análisis confirma la presencia de cadmio y cinc, Ayuso se quedará sin abono y CMB deberá hacer frente a una multa millonaria.

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