Educación estudia cambiar un plus de antigüedad de los profesores por otro de productividad
El Departamento de Educación estudia la aplicación de incentivos económicos individuales al profesorado no universitario que premien cuestiones como la iniciativa, su implicación en los procesos de innovación educativa o la participación en la gestión directiva de los centros escolares. En el caso de que las negociaciones con los sindicatos prosperen, el Gobierno no habilitaría ninguna partida extra para financiar dichos incentivos, sino que transformaría uno de los pluses de antigüedad que en la actualidad cobran los profesores, los sexenios, por otro de productividad.
El pago de este nuevo plus es una de las medidas que baraja la consejería que dirige Inaxio Oliveri para estimular a los docentes en un momento de baja valoración social del profesorado. El viceconsejero de Educación, Alfonso Unceta, explicó que los docentes deben ayudar a los jóvenes a hacer frente a retos de la envergadura de la globalización de la economía, el desempleo juvenil o la crisis social como consecuencia de la falta de cohesión. Y, sin embargo, tal nivel de responsabilidad se corresponde con una "nula valoración de los profesores por parte de la sociedad", se lamentó Unceta. El viceconsejero tiene previsto reunirse con los sindicatos del sector para establecer los parámetros que justifiquen el cobro de este plus de productividad, que sustituirá a otro de antigüedad. "Los incentivos económicos a los profesores", añadió, "no tienen que estar ligados al paso de los años, sino a la aportación que hagan al sistema educativo", argumenta. Los profesores cobran sus nóminas por cuatro conceptos: el sueldo mínimo, la antigüedad por trienios y los complementos de destino y específico. En este último complemento se incluye el pago de los sexenios. Antes de la llegada de Oliveri al departamento, en 1994, los profesores cobraban determinadas cantidades al cumplir los sexenios, pero al firmar el nuevo convenio de condiciones de trabajo, la consejería optó por capitalizar el dinero correspondiente al pago del segundo sexenio en adelante. Es decir, todos los años se forma una bolsa común con el dinero de los sexenios que van cumpliendo los profesores y después se reparte entre todo el colectivo, que asciende a 20.000 docentes. De esta forma, mientras los profesores más antiguos cobran menos con el nuevo sistema, los que llevan menos años resultan favorecidos. El pago del primer sexenio, que supone 132.000 pesetas al año, se seguirá manteniendo aunque entren en vigor los incentivos propuestos por Eduación. En la actualidad, por el segundo sexenio se pagan 79.000 pesetas; por el tercero, 67.000 y por el cuarto y el quinto, 63.000 pesetas. Entre los aspectos que serían susceptibles de ser premiados con el nuevo plus figuran la capacidad de iniciativa, la colaboración e implicación en los procesos de innovación educativa y la atención a niños especialmente difíciles. El departamento también se plantea realizar una campaña de comunicación sostenida en el tiempo durante al menos un año con el objetivo de potenciar el reconocimiento social de la tarea docente, y conseguir en definitiva su revalorización profesional. Liberaciones horarias Además, Educación trabaja sobre otro proyecto para incentivar la gestión directiva en los centros escolares. En este caso se trataría de fijar un nuevo sistema de liberaciones horarias de los cargos de dirección. Hasta ahora sólo se tenía en cuenta el número de alumnos y de grupos de cada centro. El nuevo modelo incorporará factores como los ciclos afirmativos que tiene el colegio, si está repartido por varios edificios y el modelo de bachillerato que imparte. Mientras que en el profesorado no universitario el pago de incentivos supone una novedad, a nivel universitario, el Consejo Social de la Universidad del País Vasco está a punto de dar el visto bueno a unos complementos individuales de productividad. Sin embargo, los sindicatos STEE-EILAS, LAB y ELA han solicitado la suspensión de estos complementos porque los juzgan "discriminarorios" para una parte del personal. Sin embargo, UGT, CC OO y CSIF, que aglutinan al 57% del profesorado universitario, han dado su visto bueno, porque los complementos permitirán una subida de 600.000 pesetas a los 2.000 profesores que son funcionarios de carrera y tienen dedicación exclusiva, tal y como exige la ley.
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