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ONG y sindicatos critican el "caos" y el "trato vejatorio" de la Oficina de Extranjeros en Valencia. Alicante Acoge prestó 1.800 servicios jurídicos

Caos, trato vejatorio, falta de personal, retrasos en expedientes o carencia de formularios son algunas de las trabas con las que la Oficina Única de Extranjeros de Valencia recibe a las 200 personas que diariamente acuden a informarse o regularizar su situación. Así lo entienden representantes de la Mesa de Entidades de Solidaridad con los Inmigrantes que ayer acusaron a la Administración de fomentar con la desorganización las corruptelas de venta de números de cola y formularios que están surgiendo. La Mesa ha convocado una concentración frente a la oficina el próximo día 24.

"Si no formáis en cola, os cerramos la puerta". La incesante lluvia que caía sobre los cerca de 200 inmigrantes que se arremolinaban ayer frente a la oficina única de Valencia no fue motivo suficiente para que los funcionarios les permitiesen protegerse bajo la entrada principal. Tampoco sirvieron de excusa las horas de espera bajo el agua o los largos desplazamientos que numerosos sin papeles realizan desde diversos municipios a Valencia para intentar regularizar su situación y obtener un permiso de residencia en la Comunidad. La amenaza se tradujo en cerrojazo y hacia las 13.20 horas -40 minutos antes del horario de cierre de la oficina- numerosos extranjeros que esperaban desde primeras horas de la mañana quedaron a las puertas de entregar los papeles que llevaban, según denunciaron. Este ejemplo ilustra la situación de "caos" en la que se encuentra la oficina, una desorganización que diversos miembros de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y sindicatos que colaboran con inmigrantes describen como total. Las carencias abarcan, según los denunciantes, desde la insuficiencia de personal, a la escasez de medios de los trabajadores pasando por la falta de infraestructura del local, situado en el mismo edificio de la Delegación de Gobierno. El director del centro, José Miguel Cervera, es uno de los principales blancos de las críticas, una persona a quien una representante de la mesa describe más cercana a "un jefe de seguridad que a un responsable de una oficina administrativa". Cervera es mediante este "trato vejatorio" el responsable del clima de tensión que se vive en la oficina y que se extiende no sólo hacia los inmigrantes, a quienes se dirige con talante "hitleriano", sino que se deja sentir "incluso entre los propios trabajadores". Las entidades no comprenden la "falta de colaboración" de la Administración con unas asociaciones cuya función consiste en servir de puente entre la Delegación de Gobierno y los propios inmigrantes. Sindicatos y ONG tienen limitado el horario de información y entrega de expediantes de 9 a 10.30 horas de forma "inflexible". Esto demuestra, señalan, la poca visión de los responsables de la oficina ya que los expedientes que aportan suelen estar en regla y un mayor protagonismo suyo colaboraría , mantienen, a agilizar los trámites a los que se enfrentan los inmigrantes. "Si quisieran les ayudaríamos a ser eficaces", señalan, "pero no hay voluntad de diálogo". Esta acusación de falta de miras la hacen extensiva al día elegido para abrir la oficina. El servicio entró en funcionamiento el 27 de enero -una "locura" para la miembro de una ONG- coincidiendo con la apertura del plazo para entregar la documentación del cupo de inmigrantes de este año, es decir, la bolsa de permisos destinados a regularizar la situación de los sin papeles. El alud de solicitudes ha sido tal que la oferta de 3.000 plazas en la Comunidad se ha visto sobrepasada por más de 5.500 solicitudes a falta de más de un mes para el cierre de plazo, a lo que las entidades han respondido con una petición de ampliación a 7.000 plazas. Venta de formularios La desorganización a la que aluden las entidades de la mesa ha provocado, según mantienen, la aparición de corruptelas tales como la venta de turnos de la cola por 3.000 pesetas, una cantidad reducida comparada con lo que se ha llegado a pagar por un formulario de solicitud de permiso de trabajo. La oficina se quedó hace un par de semanas sin estos documentos "pese a constarnos que la dirección general de Trabajo los pidió con tiempo", afirma una representante de la mesa. "Llegaron a pagar en un caso concreto 30.000 pesetas". La descripción de los problemas organizativos que atenazan a la oficina se completa con la lentitud de tramitación de las tarjetas del año pasado, que, señalan representantes de las entidades, aún no han sido distribuidas a los extranjeros que la solicitaron. La respuesta de la Mesa de Entidades ante esta situación ha sido la convocatoria de una concentración el próximo día 24 frente a la Oficina para reclamar la atención sobre "la realidad de la imigración que la Administración está convirtiendo en un problema".La asociación Alicante Acoge prestó el año pasado 1.830 servicios jurídicos a inmigrantes, lo que la sitúa a la cabeza en la prestación de atenciones a los trabajadores extranjeros en este ámbito. La mayor parte de las actuaciones (28%), se refirió a servicios de información y asesoramiento jurídico. Otros servicios que fueron requeridos mayoritariamente por los usuarios fueron la tramitación y gestión de contingentes para la regularización de trabajadores no comunitarios (15%), y la presentación de documentos y trámites frente a diversos organismos, labores que suelen resultar especialmente complejas (14% de las actuaciones). Por último, la renovación de permisos de trabajo para inmigrantes sumó un 5% de las peticiones. Alicante Acoge también realizó en 1998 diversas reivindicativas, ya que presentó varias quejas antes organismos e instituciones. De este modo, la Oficina de Extranjeros de Alicante recibió 19 escritos por otros tantos retrasos de más de un año en la renovación de permisos y tarjetas. Asimismo, 15 cartas por tardanzas injustificadas en procesos de reagrupación familiar llegaron al Ministerio de Asuntos Exteriores. Estas misivas se completaron con quejas ante el Síndic de Greuges por este motivo y por las malas condiciones de vida de los habitantes de Parque Ansaldo.

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