'Carne trémula', de Almodóvar, candidata a los 'oscars' británicos

Pedro Almodóvar compite cara a cara con su viejo amigo el realizador y actor italiano Roberto Benigni para los premios de cine de la Academia Británica de las Artes del Cine y la Televisión (BAFTA). Sus respectivas películas, Carne trémula y La vida es bella, se encuentran entre las candidatas al mejor trabajo en lengua no inglesa estrenado en el Reino Unido durante 1998. Con Central do Brasil, de Walter Sellers, y Le Bossu, de Philippe de Broca, se cierran las candidaturas de esta categoría, cuyo ganador se dará a conocer el próximo 11 de abril en Londres. Benigni, de momento, toma la delantera con otras dos candidaturas -en las categorías de actor principal y guión original- que engrosan el caudal de reconocimientos que viene recibiendo por su comedia agridulce sobre la vida en un campo de concentración nazi. Una tercera película de sabor latino, La máscara del Zorro, aspira a un Bafta por el trabajo de vestuario de Graciela Mazon.La Academia Británica ha seleccionado para la 51ª edición de sus premios a la mayoría de los talentos que este año son también candidatos a los oscars -Shakespeare in love, con 15 candidaturas; Elizabeth, con 12, o, entre otras, Salvar al soldado Ryan, con nueve- y recupera a los grandes olvidados por su homóloga americana. Así, Michael Caine tiene bien merecida su candidatura como actor principal por su trabajo en Little voice y Peter Weir se resarce con su candidatura en dirección. Su película El show de Truman, éxito de crítica y taquilla, llega a la noche de los baftas con un total de siete candidaturas, incluida mejor película y guión original.

La actriz Kate Winslet, gran triunfadora el año pasado merced a su papel en Titanic, leyó el listado de candidatos ayer en los salones de la sede de la BAFTA, en el centro de Londres. La selección tiene en esta edición un sabor eminentemente británico y, de acuerdo con el presidente de la institución, Tim Angel, "es un reflejo genuino del estado de la industria" del país. "Durante los últimos años hemos visto a los talentos del cine británico regresar al Reino Unido e invertir su destreza en productos cinematográficos hechos en casa", afirmó.