Romay rechaza la privatización parcial de los servicios hospitalarios

Un documento del gerente del hospital de La Paz, de Madrid, que propone medidas de privatización parcial como alquilar a tiempo parcial los quirófanos a firmas privadas, dio lugar ayer a una pregunta del PSOE y una interpelación de IU, basadas en la sospecha de que el texto refleje directrices ocultas del Gobierno sobre la reforma de la gestión hospitalaria. El ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, rechazó las propuestas y las calificó de mera "iniciativa de un grupo de médicos".

Romay puso gran énfasis en desmarcarse de las iniciativas de la gerencia del hospital madrileño y criticó ácidamente a la ponente de Izquierda Unida, Ángeles Maestro, por "presentar como un planteamiento del Gobierno lo que no es más que una propuesta minoritaria y no asumida" por su departamento, un "documento de trabajo que se rechazó" y que "no tiene nada que ver" con la política del Ejecutivo. El ministro parecía descartar así no sólo la idea de alquilar los quirófanos a las aseguradoras privadas, sino también otras iniciativas denunciadas por la oposición, tales como la elaboración por el hospital de una lista cerrada de productos sanitarios en oferta que se ajustara a los objetivos presupuestarios del centro, y no a la demanda de los pacientes; y también lo que se conoce como "externalización de servicios", es decir, la posibilidad de subcontratar con firmas privadas prestaciones sanitarias, por ejemplo los análisis clínicos.El rechazo, sin embargo, no se hizo extensivo a la vinculación de parte de los salarios -tal vez hasta el 30%- al cumplimiento de objetivos de rendimiento prefijados. Pese a que Ángeles Maestro criticó también esta propuesta, Romay aseguró que todas las medidas laborales que maneja son y seguirán siendo pactadas con los sindicatos.

El socialista Jaime Blanco criticó que la propuesta de "competencia regulada" incluida en el plan estratégico del Insalud supone en realidad la instauración de un "mercado interno" en el sistema público de salud, una medida inspirada en la reforma que el Gobierno de Margaret Thatcher introdujo en el Reino Unido en los años setenta.

La oposición criticó con dureza al ministro por sus faltas de comparecencia ante la Comisión de Sanidad del Congreso, que el martes habían provocado el abandono de los diputados del PSOE e Izquierda Unida, que acusaron al ministro de eludir el debate parlamentario. Romay se defendió aduciendo que la última petición de comparecencia por parte de IU había variado de contenido, y que su últi-ma versión tenía "muy poca base".