Un modelo chino para Euskadi
Ray Aspiri ha estado al frente de cinco empresas innovadoras dedicadas a la biotecnología y la biomédica que dan empleo a 1.500 trabajadores de alta cualificación. Su experiencia se ha desarrollado en la ciudad estadounidense de Seattle y su nacionalidad es norteamericana. Pero no olvida sus orígenes vascos, ni las raíces de sus padres, que se vieron obligados a emigrar. Ahora trabaja en la formación de una red mundial que englobe a los empresarios de la "diáspora vasca" y ayer propuso en Bilbao, donde intervino en el congreso sobre El empleo del futuro, organizar, aquí y el próximo año, una conferencia que reúna a esos profesionales. El modelo lo ha tomado de los 56 millones de chinos que viven fuera de China, distribuidos en 60 países. De ellos partió la idea de recopilar las tarjetas de negocios de quienes se dedican a actividades empresariales, y con una inversión de unos 10.000 millones de pesetas han creado una base de datos y organizativa que les ayuda a impulsar sus propias compañías. Según la información aportada por Aspiri, en países como Malaisia o Indonesia, los ciudadanos de origen chino son apenas un 2% o un 3%, pero controlan entre un 50% y un 60% de los negocios y empresas. De la "diáspora vasca" no ha podido recopilar datos, pero asegura que "hay más población fuera que dentro de Euskadi", con 2,2 millones de habitantes. Además de reunir una conferencia mundial, propone la posibilidad de crear una sociedad de capital-riesgo. Aspiri precisó ayer que no pretende formar un grupo de presión, sino una red de colaboración entre esos empresarios desperdigados por el mundo, y que, de esa alianza, surjan además "nuevas ideas, nuevas compañías y nuevos empresarios en el País Vasco", a los que prestarían ayuda. Durante su estancia en Euskadi quiere mantener contactos con diversas instancias administrativas, empresariales y sociales para exponerles esas ideas y ver la posibilidad de ponerlas finalmente en marcha. Uno de sus argumentos es que los empresarios innovadores y que triunfan en otras naciones no están invirtiendo en el País Vasco. Con una premisa: "La tendencia mundial es que las compañías grandes no crean empleo, sino que lo destruyen. Los nuevos puestos de trabajo surgen de las pequeñas empresas que son innovadoras y tienen la tecnología adecuada". En su ordenador tiene en estos momentos datos de 2.200 empresas, y cree posible recopilar información de un millón. Aspiri lanza algunos interrogantes: qué pasaría si se estableciese contacto "entre toda esa gente emprendedora", y qué red se podría crear con las sinergias e ideas que aporten. En su empresa actual, Omeros Medical Systemas, y en las anteriores, Tempress Inc o Precision Airmotive, el modelo de gestión tiene un principio: "Cuando una compañía va mal, el 80% de los problemas son culpa de los gestores, aunque el trabajador sea el que recibe el golpe". MÁS INFORMACIÓN EN PÁGINA 63
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