Espartaco y Liria lidian en Cehegin toros sospechosos de estar dopados

Espartaco y Pepín Liria formaban el cartel de matadores de la corrida que se celebró el domingo en Cehegín (Murcia) en la que el extraño y sospechoso comportamiento de los toros provocó un formidable escándalo.Varias de las reses, que pertenecían a la ganadería de Nazario Ibáñez, salieron no sólo con manifiesta invalidez sino con síntomas de que podrían haber sido dopadas, o de que padecían un misterioso mal, por las convulsiones y los descoordinados movimientos que tenían en el ruedo, y dos de ellas hubieron de ser apuntilladas en plena lidia.

En los tendidos se produjeron airadas protestas, varios espectadores arrojaron objetos y buena parte del público reclamó la devolución del importe de sus localidades por lo que consideraba una estafa.

Los incidentes se produjeron en los toros de lidia ordinaria, que correspondían a Espartaco y Liria, pero no en los que rejoneó Pablo Hermoso de Mendoza -que también formaba parte del cartel- los cuales dieron un juego normal.

La Comunidad de Murcia ha iniciado investigaciones sobre lo sucedido, según manifestó ayer a este periódico el responsable de Asuntos Taurinos del Gobierno autonómico. Otras fuentes comentaron que los veterinarios de servicio en el coso de Cehegín habrían tomado muestras de las vísceras de los toros para análisis que, en su caso, deberá hacerse en el laboratorio de Majadahonda (Madrid) del Centro Nacional de Alimentación.

La corrida de Cehegín, que centraba su atractivo en la reaparición de Espartaco, en la actuación del torero de la tierra, Pepín Liria, y en la de la figura máxima del rejoneo, tuvo media entrada.