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La UPV considera injusta la permanente sospecha sobre la calidad del profesorado euskaldún

Naiara Galarraga Gortázar

Atender a los universitarios, cada vez más, que quieren estudiar en euskera, pero sin que la calidad se resienta. La Universidad del País Vasco (UPV) está empeñada en cumplir este compromiso. El segundo plan de euskaldunización, aprobado anteayer, no tira por lo bajo ni por lo alto en sus objetivos, según el vicerrector de Euskera, Juan Ignacio Pérez. "Realista" es el adjetivo que más usa para definirlo. Ve con preocupación la constante actitud de sospecha hacia los profesores euskaldunes y subraya que se contratará a los nuevos con igual rigor que a los de castellano.

El rector dijo el miércoles que las contrataciones de los 230 docentes necesarios no serán "indiscriminadas". Pérez afirma: "No sé porque tenemos que tener siempre una actitud de sospecha hacia la calidad de los que dan clase en euskera. Es absurdo". El vicerrector cree que es frecuente generalizar si el mal profesor es euskaldún, pero no si enseña en castellano. El amplio consenso logrado en la UPV sobre un asunto tan sensible como el euskera -cuatro abstenciones, de CCOO, y ningún voto en contra- era desconocido en esta institución y lo es en el resto. Pérez lo atribuye a que "todo el mundo ha sido invitado a discutirlo", incluidos los alumnos que reclaman un rama exclusivamente en euskera, quienes al final se ausentaron del debate al comprobar que no se les iba a permitir marcar la agenda, según relató ayer en su despacho, en Leioa, el vicerrector. La UPV camina con paso firme hacia el bilingüismo. Para el vicerrector esto es más que un mandato legal, "es voluntad de la universidad en su conjunto", asegura. Pérez rechaza que sea un acuerdo de mínimos: "Menos que esto no puede ser, pero más que esto, tampoco". Se han intentado conciliar dos realidades, a su juicio, palpables: uno de cada tres alumnos están preparados para estudiar en lengua vasca, pero para satisfacer esa creciente demanda no se puede "traer a un chino y enseñarle euskera a marcha forzadas para que dé clase". El 21% de los estudiantes está matriculado hoy en euskera. Existe otro 12% que domina este idioma, pero "por la debilidad de la oferta en ciertas titulaciones, los modelo lingüísticos cerrados o la escasez de libros" decide estudiar en castellano. A ese colectivo va especialmente dirigida la novedosa posibilidad de poder compaginar ambas lenguas en la misma carrera. La UPV estima que en cinco años, cuando concluya el plan, el 43% de los alumnos y el 28% del profesorado (hoy es el 23%)será bilingüe. El horizonte que busca la UPV es "que el euskera alcance el nivel de uso que hoy tiene el castellano". El vicerrector cree necesario lograr que "usar un idioma u otro no tenga ventajas ni desventajas; hay que primar el bilingüismo". En carreras como Magisterio, la demanda en castellano está cayendo. El vicerrector de Euskera explica que "está sin definir" el límite a partir del cual se eliminarán los grupos de castellano, "porque en ningún ámbito la situación es acuciante. Me parece prematuro entrar ahora en polémicas innecesarias". De todos modos advierte: "Un grupo de menos de 15 alumnos es injustificable" en cualquier caso. Asegura que ninguno de los profesores que puedan quedarse sin alumnos "sobra". Explica que habrá que reciclarlos para tareas educativas lejos de la tarima. Además. la UPV dará más facilidades que las actuales a los profesores que quieran capacitarse en euskera. ¿Cómo se dice carnívoro? Acelerar la elaboración de libros de texto en lengua vasca es "una obsesión permanente" del vicerrector. Será una de las tareas prioritarias del Instituto de Euskera. También asesorará sobre terminología, un asunto debatible. Pérez pone un ejemplo: "¿Cuál es la traducción correcta de carnívoro, karniboroa o haragijalea [comedor de carne]?". Cree importante que el profesorado se implique en esta tarea. Pérez, salmantino que aprendió euskera siendo adulto, opina a título personal sobre Kontseilua. Muestra ciertas reservas hacia su campaña: "No me parece bien si ello implica cierta asunción de competencias de la Administración y, aparentemente, ésta lo hace". Por otro lado, la UPV ha decidido los numerus clausus para el próximo curso. Las oscilaciones respecto a este año mínimas: de menos de 30 alumnos excepto en Trabajo Social, donde se triplica al alza.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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