_
_
_
_

Kevin Costner afirma que las cartas de sus "fans" le mantienen vivo frente a las críticas

El actor presenta en Barcelona "Mensaje en una botella", donde Paul Newman encarna a su padre

La última película de Kevin Costner, Mensaje en una botella, recala el 26 de marzo en España precedida de críticas demoledoras en Estados Unidos. Pero el actor está curado de espantos. Sus anteriores filmes, Wyatt Earp, Waterworld, Tin Cup y El mensajero del futuro -considerada la peor cinta norteamericana de 1998-, no figurarán en ninguna antología del mejor cine. Costner, que presentó ayer en Barcelona su más reciente trabajo, restó importancia a las críticas; aseguró que, frente a ellas, las cartas de sus fans le mantienen vivo y que lo único que le interesa es llegar al público. Sobre su relación con la meca del cine, el actor comentó que se le respeta porque no ha tenido empacho en rechazar ofertas.

Kevin Costner se presentó ante los periodistas bronceado, sonriente, vestido con unos pantalones castaños, un polo de punto azul mar -exactamente del mismo color que sus ojos-, un abrigo largo de pelo de camello y un tazón de café con leche en la mano. Se mostró amable y seductor; no rehuyó las preguntas; gastó bromas -tumbó, en plan patoso, unas grabadoras que estaban sobre la mesa con el objeto de demostrar que él también sabe hacer comedia- y hasta pidió a los organizadores del encuentro -la productora Warner- que lo prolongaran unos minutos para poder acabar de saciar la curiosidad de la prensa.Ni siquiera pareció incomodarle que se le interrogara sobre el fracaso de público y las malas críticas a sus últimas películas. "En mi opinión, la prensa y la taquilla son falsos indicadores de cómo funciona una película. El mensajero del futuro, por ejemplo, no fue bien comercialmente, pero desde Bailando con lobos y Campo de sueños no había recibido tantas cartas y tan cariñosas de personas entusiasmadas con el filme, que habían ententido perfectamente su mensaje de esperanza y de justicia. Esas cartas, gestos así, son los que me mantienen vivo", señaló el actor. Costner, con fama de hacerse cotizar, quiso descolgarse este sambenito y aseguró que para aceptar una oferta sólo necesita creer en el proyecto. El dinero, vino a decir, es lo de menos. El artista atribuyó la etiqueta a que, a menudo, ha rechazado propuestas millonarias simplemente porque no le apetecía la película. Lo bueno de las negativas, dijo, es que han motivado que la industria le respete: "En Hollywood tienes poder si sabes decir no. A menudo los productores no lo entienden, y en mi caso piensan que significa que quiero más dinero. Y me ofrecen aún más. Y yo sigo diciendo que no si realmente no me interesa la película. Después de ganar un millón de dólares por Los intocables y dos por Campo de sueños, me ofrecieron cinco para intervenir en La caza del octubre rojo, pero yo por aquel entonces estaba loco por dirigir y producir Bailando con lobos, y acabé rodándola".

Melodrama

Costner insistió en que cuando un proyecto cinematográfico le atrapa se entrega a él, y esto es lo que le ha pasado con su nuevo largometraje, Mensaje en una botella, un melodrama basado en la novela homónima de Nicholas Sparks. "Cuando leí la novela por primera vez, me sedujo. La encontré honesta y entretenida", recordó. Se trata de una lacrimógena historia de amor que arranca cuando Theresa (Robin Wright Penn) encuentra en la playa una botella con un mensaje anónimo -sólo la inicial G firma la misiva- de un hombre a su mujer fallecida. La protagonista se enamora perdidamente del desconocido y empieza a buscarlo. Naturalmente, lo encuentra: es Garret (Costner), un modesto restaurador de barcos que vive con su padre (Paul Newman) en un pueblo de la costa de Virginia. El cineasta de origen mexicano Luis Mandoki, un especialista en el género, dirige el filme. Su última película: Cuando un hombre ama a una mujer, una historia sobre un matrimonio entre una alcohólica (Meg Ryan) y su comprensivo esposo (Andy García).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_