El Ayuntamiento retira a la cooperativa Rauxa el comedor social del Clot
El Ayuntamiento de Barcelona ha adjudicado a una empresa privada la gestión del comedor social del Clot, del que se ocupa desde 1995 una cooperativa de reinserción laboral que emplea a personas sin techo que han superado la adicción al alcohol. La cooperativa Rauxa quedó descartada por no disponer de un documento empresarial pese a que, según afirma, presentó la mejor oferta económica y de programas de reinserción.
Las 18 personas que prestaban sus servicios en el comedor del Clot, por el que pasan a diario un promedio de 300 personas que viven en condiciones muy precarias, han quedado en el paro. Rauxa es una organización no gubernamental creada hace 10 años que presta ayuda a los indigentes. Su trabajo es muy valorado entre las instituciones que operan en el campo de los servicios sociales. La cooperativa que fundaron en el Clot fue galardonada con los premios Lluís Companys y Josep Maria Piñol en 1997 y 1998 respectivamente, como reconocimiento a su labor socio-laboral. El comedor social dependía de la Generalitat hasta que, en noviembre de 1998, fue transferido al Ayuntamiento de Barcelona. Entonces el área municipal de Asuntos Sociales convocó un concurso al que se presentaron cuatro asociaciones, dos empresas privadas y dos asociaciones sin ánimo de lucro, una de ellas la cooperativa Rauxa. Al abrir las plicas, el Ayuntamiento comunicó a los empleados que hasta ese momento atendían el servicio del Clot que les faltaba el documento acreditativo de su "clasificación empresarial", sin el cual quedaban descartados. La doctora María Luisa Marín, presidenta de Rauxa, califica de "rarísimo" el proceso que finalmente ha dejado fuera "la mejor propuesta económica y la única que incluía diversos programas sociales" pensados para los usuarios del centro, que en un 50% son alcohólicos. Rauxa ha impugnado el concurso ante el tribunal de lo contencioso administrativo alegando que la citada clasificación empresarial no es exigible para una actividad como ésta. El Ayuntamiento confirmó ayer que Rauxa fue desestimada porque la Ley de Contratos del Estado impide adjudicar el servicio a las empresas o entidades que no tengan ese documento. Según el director de servicios de Asuntos Sociales, Joaquim Costa, cuando se convoca una oferta pública no se tiene en cuenta la experiencia ni la buena gestión del equipo saliente, sino el proyecto. Costa reconoce que los servicios técnicos no tuvieron ocasión de evaluar otras cuestiones, como el carácter de reinserción del personal del Clot, porque ya habían quedado fuera al no cumplir el requisito legal citado. Para compensar al equipo de la cooperativa que quedaba en paro, el Ayuntamiento propuso a la doctora Marín que negociara con la nueva empresa adjudicataria la contratación de una parte de la plantilla, a lo que ésta se negó. La presidenta de Rauxa explica que rechazaron el ofrecimiento porque el tipo de contratos que les ofrecían eran por 15 días y en periodo de pruebas, lo que no les pareció adecuado para personas que habían demostrado ampliamente que estaban capacitadas para atender un servicio que califican "de modélico" y cuya competencia el propio Ayuntamiento reconoce.
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