La guerrilla de Hezbolá mata al general más importante del Ejército de Israel en Líbano
Un general -número uno del Ejército israelí en el sur de Líbano-, dos suboficiales y un periodista murieron ayer en la llamada franja de seguridad, en el transcurso de una operación de la guerrilla islamista de Hezbolá, que hizo estallar dos cargas explosivas al paso de un convoy militar. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que "Israel sabe cómo responder a estos ataques". Y lo hizo, ayer por la tarde Israel atacó duramente varios enclaves islamistas, uno de ellos a sólo 16 kilómetros de Beirut. EEUU pidió a "todas las partes" del conflicto que se "refrenen".
El general de brigada Erez Gerstein, de 38 años, máximo responsable militar israelí en la franja ocupada del sur de Líbano, murió ayer a las doce del mediodía, como consecuencia de la explosión de una mina, que había sido colocada en una carretera, que comunica la localidad de Maryaiun, sede del cuartel general de las tropas israelíes y del Ejército del Sur del Líbano, con la población de Kawkaba, situada al este de la zona controlada por Israel.La carga fue accionada a distancia por los guerrilleros, cuando el alto mando militar, que viajaba en el convoy compuesto por cuatro vehículos, regresaba al acuartelamiento tras haber viajado a un pueblo cercano para trasmitir su condolencia a los familiares de un soldado del Ejército del Sur del Líbano, muerto días atrás. El artefacto alcanzó de lleno al coche Mercedes, en el que iba el general, en compañía del periodista y de dos sargentos, uno judío y otro druso, ocasionándoles la muerte instantánea. Veinte minutos más tarde, cuando llegaban a la zona atacada nuevas tropas israelíes de refuerzo, para atender a las víctimas, se produjo una segunda explosión, sin que se produjeran víctimas.
La muerte del general de brigada Gerstein, encargado de coordinar las tropas israelíes y las milicias del Ejército del Sur del Líbano, ha supuesto un duro golpe para el Gobierno de Tel Aviv, ya que desde 1982 no había muerto ningún militar de tan alta graduación en la zona.. En aquella ocasión la víctima fue el general Yekutiel Adam, quien murió en el transcurso de un enfrentamiento aislado en el sur del vecino país en la operación denominada Paz en Galilea, en la que Israel llegó hasta Beirut.
El Ejército de Israel respondió inmediatamente el ataque lanzando centenares de obuses de su artillería sobre el valle libanés de la Bekaa, controlado por el Ejército de Beirut y de Damasco. En media hora cayeron sobre la zona un centenar de bombas, provocando el pánico entre la población civil, así como diversos incendios. Mientras, cazabombarderos también israelíes apoyaron el ataque de artillería, lanzando un número no contabilizado de misiles.
Los ataques de la aviación israelí se prolongaron durante toda la tarde y alcanzaron el cuartel general de la guerrilla del Hezbolá, en la ciudad de Balbeek en el este de Líbano, así como a media docena de posiciones integristas más, una de las cuales se encontraba sólo a 16 kilómetros del sur de Beirut.
"Esta noche el Ejército israelí respondió y espero que el mensaje será entendido por quien haga falta. Y está no será nuestra última respuesta", afirmó a la prensa el ministro de Defensa israelí Moshe Arens, un duró del partido Likud, defensor a ultranza de las soluciones militares en este conflicto.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu insistió sin embargo ayer en la posibilidad de retirar las tropas del sur del Líbano cuando se "den garantías de seguridad en la frontera norte". Netanyahu recalcó que "esta guerra es el fruto de la incapacidad del gobierno libanés para controlar el sur del país". Netanyahu también amenazó duramente a la guerrilla, algo que podría traducirse en las próximas horas en un ataque en toda regla de Israel sobre Líbano, similar al efectuado en abril de 1996, conocido como Uvas de la Ira, en el que el ejército hebreo agredió durante una semana al país vecino,que ocasionó 164 muertos y 351 heridos, entre ellos 102 civiles.
Mientras, en las calles de Beirut, cientos de seguidores de Hezbolá celebraron el asesinato del general israelí y la guerrilla emitió un comunicado en el que justifica el atentado con una pregunta: "¿Qué otra cosa hacía el general y sus soldados, sino planificar nuevos actos de represión contra nuestro pueblo?".
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