Las acciones de Endesa caen un 4,41% tras el fracaso en la toma de control de Enersis

Los títulos de Endesa cerraron ayer a 23,82 euros (3.963 pesetas), con una caída del 4,41% respecto a la jornada anterior tras el rechazo de la junta de Enersis a modificar sus estatutos para permitir a la compañía española duplicar su participación en el grupo chileno (del 32% al 64%). En lo que va de año, las acciones de la compañía mantienen una ganancia del 5,3%. El revés en Chile obligará a Endesa a replantear su estrategia en América Latina. La dirección de la eléctrica destaca que la inversión en Enersis supone tan sólo el 4,5% de los activos totales.

La decisión de la junta de accionistas de Enersis, celebrada en la madrugada del jueves (hora española) en Santiago, de no modificar los estatutos de la empresa, lo que habría permitido a Endesa lanzar una Oferta Pública de Acciones (OPA) sobre un 32% adicional del grupo chileno (hasta el 64%), también se dejó notar en los mercados de valores de Chile y de Nueva York, donde las acciones de la compañía española sufrieron retrocesos.Aunque la empresa ha pedido un recuento de los votos de la junta de accionistas, el duro golpe recibido por la mayor eléctrica española, que precisaba un 75% de votos afirmativos y se quedó en un 74,02%, obligará a la compañía que preside Rodolfo Martín Villa a replantearse su estrategia de expansión en América Latina.

Activos

El equipo directivo de la compañía confiaba en lograr los apoyos necesarios en Enersis, pero el consejero delegado, Rafael Miranda, ya adelantó semanas atrás que, en el peor de los casos (es decir, el que se ha producido), Endesa no resultará demasiado afectada porque los activos chilenos, en los que ha invertido desde 1997 250.000 millones de pesetas, apenas representan un 4,5% de los totales.

Miranda aseguró que Endesa permanecerá con su 32% de Enersis como socio financiero, en continua vigilancia de sus intereses y buscará, previsiblemente, otros mercados en los que continuar con su estrategia de inversión. Así lo comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), especificando que dispone de alternativas y oportunidades tanto en los mercados latinoamericanos como en otros mercados más maduros.

Miranda mencionó hace escasas fechas tres países de interés para efectuar compras: Brasil, México -con privatizaciones en el horizonte- y Estados Unidos.

Precisamente de este ultimo país llegaron las malas nuevas para la empresa española en Chile. En las últimas semanas, los directivos de Endesa habían negociado el apoyo de los inversores estadounidenses de Enersis, los tenedores de American Depositary Receipts (ADR) y, a la hora de la verdad, la del voto en la junta, Endesa se encontró que donde esperaba un 8% de apoyos, obtenía un 6%. La contrariedad de los directivos de la eléctrica española, con su responsable de relaciones internacionales, Alfredo Llorente, ha sido evidente. Más si se tiene en cuenta que habían logrado los apoyos de los fondos de pensiones chilenos -principales accionistas de Enersis junto con Endesa-, que en los últimos tiempos habían tenido en su contra. Llorente anunció nada más acabar la junta que solicitará un recuento de votos y un examen de los mandatos depositados en el Citibank de EE UU.

Pero las posibilidades de rebobinar la situación son escasas. Ayer mismo, el presidente de Enersis, José Antonio Guzmán, que ha tenido duros enfrentamientos con Endesa en los últimos meses, aseguró que "no hay razones para una impugnación [de la junta]", porque la votación, aseguró, fue transparente y muy vigilada.

El resultado de la votación del jueves "el único escenario que no habíamos previsto [perder por tan escaso margen]", según señaló Llorente ayer mismo, ha dejado insatisfechos a los principales accionistas del consorcio (con Endesa a la cabeza), y a las autoridades económicas y políticas chilenas.

Los administradores de fondos de pensiones chilenos contaban con ingresar miles de millones tanto por su participación en Enersis (OPA de Endesa por 217.000 millones de pesetas) como por la venta de sus propias acciones o las de la matriz Enersis en la filial de generación Endesa Chile, sobre la que la estadounidense Duke Energy también ha lanzado una OPA por el 51%.

Precisamente ayer, el presidente de Duke, Bruce Williamson, aseguró que sus planes para Endesa Chile se mantienen inalterables. La OPA de Duke, como la de Endesa sobre Enersis, está condicionada a que los accionistas aprueben una modificación de estatutos. De la noche a la mañana estas fuertes inversiones están menos seguras, lo que no puede sino incomodar al Banco Central y al ministro de Hacienda chilenos, que esperaban contar con la herramienta necesaria para bajar los tipos de interés y controlar las presiones alcistas del dólar.

Larga historia

El fallido intento por controlar Enersis es, por ahora, el último capítulo de una larga historia que empezó con la polémica entrada de Endesa en el grupo chileno en agosto de 1997, continuó con reclamaciones judiciales de pequeños accionistas y querellas contra los directivos chilenos que vendieron Enersis. La operación ha sido un continuo quebradero de cabeza para el equipo que encabeza Martín Villa. Éste llegó a reconocer en el Congreso, ante cuya Comisión de Industria compareció cuando Endesa todavía tenía un tercio de su capital en manos del Estado, que la operación había sido inoportuna.

La trayectoria ya de por sí polémica de la operación (los representes de Endesa y el actual secretario de Estado de la Energía, José Manuel Serra, entonces directivo de la SEPI, cerraron la operación de Enersis con uno de los empresarios más controvertidos de Chile, José Yuraszeck) se complicó aún más con la detención del ex dictador Augusto Pinochet en Londres a iniciativa del juez español Baltasar Garzón. La detención de Pinochet exacerbó el sentimiento antiespañol de algunos personajes claves en Enersis.