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IC demuestra que Puigneró sigue contaminando y acusa al Gobierno catalán de pasividad

Los diputados de IC Jordi Guillot y Joan Boada pasaron ayer un vídeo en el Parlament que muestra imágenes de la riera de la Tota y el Sorreig (Sant Bartomeu del Grau) altamente contaminadas. La película fue tomada el pasado 5 de febrero y demuestra, afirmaron, que las imágenes grabadas en julio de 1997, prácticamente idénticas, no fueron fruto de un avería en el sistema de depuración de la empresa Puigneró. IC entregó también un análisis hecho en junio por el Instituto Nacional de Toxicología en el que se indica que los vertidos impiden la vida en el torrente. Para IC, el problema no es un empresario que contamine, sino el Gobierno de la Generalitat, que no hace cumplir la ley.

"No buscamos que Puigneró se pase la vida en la cárcel; que haga lo que quiera, pero que deje de contaminar", afirmó Jordi Guillot, portavoz del Grupo Ecosocialista. "El Gobierno catalán ha incumplido todos sus compromisos, con esta empresa y con otras. No hace ningún tipo de control sobre ellas. Es una burla", afirmó Boada. Boada explicó que había preguntado a la Junta de Aguas sobre los motivos por los que no impedía a la firma de hilaturas de Puigneró que utilizara toda el agua de la riera de la Tota. La respuesta de la junta, según Boada, fue que no había constancia oficial de ninguna concesión para sacar agua ni, por tanto, de extracción alguna. "Basta hacer una cosa, ir y mirarlo". El vídeo muestra a Joan Solanas, dirigente de IC en Osona, comarca en la que se halla la empresa de Puigneró, paseando por el lecho del torrente seco. "Si no hay agua no puede haber disolución de residuos y no hay agua porque Puigneró se la queda toda, eso sí, sin concesión, así que el Gobierno no lo controla", afirmó Solanas. El vídeo muestra un agua rojiza en las zonas en las que se ve, porque buena parte del lecho, por debajo de donde la empresa evacua agua supuestamente depurada, es un remanso de espuma densa, blancuzca, impenetrable; esporádicamente aparecen grumos verdosos. Guillot afirma que esto ocurre por la "complicidad" del Gobierno catalán, con implicaciones directas, sobre todo por omisión, de los consejeros de Trabajo, Ignasi Farreres; Medio Ambiente, Joan Ignasi Puigdollers; Industria, Antoni Subirà, y Justicia, Núria de Gispert, además de Jordi Pujol. Puigdollers aseguró ayer que Puigneró aplica un programa de descontaminación gradual. El consejero añadió que es "intolerable denunciar a la Generalitat cuando lo que está haciendo es trabajar para hacer compatible el el mantenimiento de la actividad industrial con el respeto al medio ambiente." IC volverá a plantear el asunto en el Parlament, explicó Guillot, y reclamará al Gobierno,entre otros puntos, el restablecimiento inmediato de la legalidad, que la empresa deje de efectuar vertidos, el mantenimiento de la actividad económica y que se acabe con el planteamiento de que hay que optar entre ecología y puestos de trabajo. Guillot aseguró que Puigneró tiene que elaborar un plan de viabilidad, supervisado por el Departamento de Industria, que tenga en cuenta la defensa del medio ambiente. "Lo que no se puede", añadió, "es no hacer nada. Así, esta empresa no tiene futuro". El informe del Instituto de Toxicología señala que se han encontrado en el agua aceites, grasas, amonios, amoniaco, cloruros, nitratos, sulfatos y tensoactivos aniónicos, además de fósforo, cinc, hierro, manganeso, aluminio y cobre. Todos ellos en cantidades que superan la media de torrentes similares. La calidad del agua es puntuada directamente con un cero.

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