Respeto
Se les llama "responsables políticos" y siempre están exigiendo responsabilidad a los demás, pero ellos se permiten frivolidades de órdago. Hace unos días, Jordi Pujol decidió bailar un aurresku y afirmó que "los kurdos están ahora como nosotros en tiempos de Franco". ¿Nosotros? ¿Qué "nosotros"? Desde luego, él no, a menos que los kurdos estén ahora montando Bancas Kurdas en Turquía y poniendo nerviosos a los banqueros de Ankara. En tiempos de Franco, Pujol era un activo miembro de los Matrimonios Cristianos y no tuvo muchos problemas para practicar una de sus religiones favoritas. No sé yo si los kurdos... Es cierto, sin embargo, que sí había entonces en Cataluña otras gentes que parecían kurdos. Eran éstos unos pobrísimos obreros que habían emigrado de sus regiones y trabajaban como kurdos para las familias de numerosos dirigentes y votantes actuales del partido de Pujol. Pero seguramente el honorable no los incluía en su enigmático "nosotros". También recuerdo muchos esforzados luchadores clandestinos que defendían a aquella pobre gente y acababan pudriéndose en la cárcel y sufriendo espantosas torturas. Se les llamaba "revolucionarios" o, por sinécdoque, "comunistas". Sería exagerado creer que Pujol formaba parte de aquellos subversivos. Bien, pues, ¿de qué "nosotros" habla mi president?, y sobre todo, ¿quién le cree, aparte de sus mayordomos? Y si sabe que nadie se lo toma en serio, ¿por qué lo dice? Es lamentable que la persona visible de Cataluña en la tierra parezca un Arzalluz. Los responsables políticos han de ganarse el respeto de sus súbditos, para lo cual han de procurar no hablarles como a tontos. Sobre todo cuando son la encarnación de una trascendencia, porque su poder reposa sobre la dignidad de un símbolo. Y un símbolo sólo existe mientras se lo respeta.
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