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Las viviendas para uso turístico disponen de un potencial de tres millones de plazas, según Turisme

Un estudio encargado por la Agència Valenciana de Turisme al objeto de conseguir datos fiables sobre la oferta turística real, revela que las viviendas consideradas "de potencial uso turístico" acaparan el 95% de las plazas, confirmando que el volumen de negocio del sector es muy superior al que indican los datos oficiales. Mientras hoteles y campings no superan las 163.000 plazas, segundas residencias, apartamentos turísticos y viviendas desocupadas que en temporada alta sirven de alojamiento ofertan la friolera de tres millones de camas. El responsable de la Agència, Roc Gregori, ha mantenido entre sus principales preocupaciones desde que accedió al cargo la conveniencia de conocer con exactitud el número de plazas existentes en la Comunidad Valenciana, tanto en los municipios costeros como de interior. El estudio encargado en 1997, ha acabado por dar la razón al subsecretario de Turismo, que siempre ha considerado "irreales" los ingresos por turismo que desde instancias oficiales se atribuyen al territorio de su competencia. Gregori mantenía la tesis, ahora confirmada, de que la oferta fuera de control era capaz de aumentar un tercio esos 700.000 millones que se conceden a la facturación del sector. El estudio se realizó a partir de una actualización del último censo de viviendas, que data de 1991. Ese listado cataloga las viviendas de acuerdo a tres epígrafes: principales, secundarias y desocupadas. Las construcciones enclavadas en las dos últimas variables serían, para los expertos, las que aportan la disponibilidad de viviendas de potencial uso turístico, que suman nada menos que tres millones de plazas. El informe servirá de base para futuras investigaciones que complementen los indicadores que se obtienen de la oferta. El modelo turístico valenciano se caracteriza por el volumen de la oferta extrahotelera. El tipo de alojamiento utilizado mayoritariamente en temporada alta es éste, con el 79% de la demanda frente al 21% restante que recae en hoteles y campings. De esas tres millones de plazas, tan sólo 125.000 están oficialmente catalogadas en el listado de viviendas turísticas y pagan impuestos. El resto escapa a todo control fiscal. La mayor concentración de este tipo de residencia se da en la provincia de Alicante, con 1.400.000 plazas, seguida de Valencia, con 1.100.000, y ya más alejada la provincia de Castellón, cuya oferta extrahotelera no alcanza el medio millón de plazas. El 70% de las viviendas de uso turístico están construidas en el litoral, y el resto en las comarcas del interior, fundamentalmente en Els Ports-Alt Maestrat, Sierra Espadán-Alto Mijares, Sierra Calderona-Alto Turia y las Marinas. Para Josep Ivars, director del área de Estudios de la Agència de Turisme, el informe permite conocer el umbral de máxima capacidad, que se aproximaría a los 3.200.000 turistas de vacaciones simultáneamente en la Comunidad. "El inmueble de uso turístico tiene un efecto clarísimo de arrastre en el sector de la construcción", señaló el técnico.

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