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La entidad logró en 1998 un beneficio de 233 millones de euros, un 14,4% más que el año anterior

"Hacer la fusión rápida significa hacerla este año". El presidente de la Bilbao Biz-kaia Kutxa (BBK), José Ignacio Berroeta, tradicional defensor de la discreción en la fusión de las tres cajas vascas, se ha decantado por un proceso de integración rápido: "No se puede estar ocho años hablando de fusión. Hay clientelas, equipos, personas, culturas que quieren tener la seguridad de que su caja no les va a fallar". En este sentido al presidente de la primera entidad de ahorro de Vizcaya, pese a todo lo que se habla de fusión, no le consta que se hayan producido avances.

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La BBK logró en 1998 un beneficio récord, que alcanzó los 233,5 millones de euros (38.851 millones de pesetas); un resultado que es muy probable que no se repita el próximo año. Los buenos resultados han tenido un componente importante en la positiva marcha de la Bolsa en los primero seis meses de 1998. La previsión para el próximo ejercicio es repetir los resultados del negocio puramente de caja. Es decir, obtener un beneficio de cerca de 35.235 millones de pesetas; cifra lograda este año por la BBK en sus actividades propias de caja de ahorros. El presidente de la entidad recordó ayer en la Asamblea de la caja, celebrada en Sondika, que 1998 había sido un año excepcional para la entidad. Los recursos de clientes manejados por la caja ascendieron a 1.718.796 millones de pesetas, un 10,7% más que el ejercicio anterior. La buena marcha de la caja se refleja en el buen comportamiento de todas la variables. El coeficiente de solvencia de la entidad, por ejemplo, se sitúa en un 24,7%, frente al 13,1% de media de las cajas o el 12,2% de los bancos. Por otro lado, la cartera de inversiones industriales de la caja, donde están las participaciones en empresas como Petronor, Airtel, Euskaltel, BBV o CAF tiene un valor contable de 77.291 millones de pesetas, con unas plusvalías latentes (la diferencia entre el valor contable y el de mercado actual) de 132.000 millones de pesetas. Por otros lado, y junto a la obra social, que incrementó su dotación en un 10% el pasado ejercicio, hasta alcanzar 6.656 millones de pesetas, la BBK considera un éxito BBK Gazte Lanbidean Fundazioa, la fundación de empleo. Esta iniciativa se constituyó el pasado año con una dotación de 5.000 millones de pesetas. El pasado ejercicio se aprobaron 26 proyectos de inversión con una dotación de 307 millones de pesetas y 72 puestos de trabajo. Las previsiones para este ejercicio son mucho mejores. Se espera llegar a 156 proyectos empresariales que recibirán una inversión de 1.637 millones de pesetas y crearán 546 empleos. El dinero de la fundación descansa en fondos de inversión a la espera de proyectos empresariales susceptibles de su colaboración.

El presidente de la BBK apuesta porque la fusión de las cajas vascas se haga este año Berroeta aboga por mantener las marcas de las tres entidades de ahorro

La BBK celebró ayer en Bilbao su asamblea ordinaria bajo la sombra, una vez más, de la fusión que no llega. Las tres cajas vascas, pese a no tener un acuerdo específico, sí que están controlando su actividad para no realizar políticas concurrentes, ya que saben que antes o después la integración va a llegar. Berroeta, presidente de la mayor de las tres cajas, es partidario de que el proceso se acelere. Para el máximo directivo de la BBK "la discreción es inútil", ya que las fusiones son una moda que no se puede controlar y a las que nadie se puede oponer. La dimensión se ha convertido en variable estratégica en alza para las empresas. "Está claro que como no hay contraindicaciones la fusión hay que hacerla. Existe un deseo enorme y generalizado. Así que lo pragmático es apoyarla siempre y cuando no se produzcan situaciones de ineficacia. Y como esto no va a suceder, hay que hacerla rápida", aseguró Berroeta. Dos pasos Para el presidente de la BBK hay dos pasos en la fusión: el inevitable acuerdo de los órganos de gobierno, de los políticos, y el proceso técnico. Berroeta, que personalmente considera que de tres cajas buenas solamente puede salir una entidad mejor, se muestra preocupado por no perder de vista que al final lo más importante es que hay que mantener el trato al cliente. "Hay que hacerlo sin que afecte negativamente a clientes, sino al revés: positivamente", aseguró. Es esta filosofía la que lleva a Berroeta a apostar por el mantenimiento de las marcas porque, a su entender, son las señas de identidad de las cajas. Sin embargo, no quiere ser radical y considera que es un tema abierto que debe ser estudiado por las tres entidades. "Es el tema más importante de las cajas con mucha diferencia, ya que lo fundamental para una caja es la identificación de la clientela con la entidad", afirmó el presidente de la BBK, antes de señalar que los clientes deberán sentirse tan identificados con la caja resultante como lo estaban con las anteriores. Por otro lado, a Berroeta le pareció interesante la idea expresada hace unos meses por el presidente de la Caja Vital Kutxa, Juan Mari Urdangarín, en el sentido de que sería bueno que el proceso de fusión fuera liderado por una persona de fuera de las cajas con conocimientos del negocio y con ganas de hacer país. En todo caso, Berroeta recordó que de los tres presidentes actuales a la nueva caja le sobran dos, aunque no quiso entrar a hacer pronósticos sobre las posibilidades de cada uno. Sistema informático Otro de los aspectos que complica la fusión de las tres cajas es el sistema informático. La BBK utiliza el sistema Besaide, que Berroeta defendió como un éxito, y la Caja Vital y la Kutxa otro diseñado por la empresa Servimática. De acuerdo con el presidente de la BBK, las tres entidades se han ofrecido a estudiar el sistema informático del otro, aunque está claro que cada uno considera el suyo el mejor. En cualquier caso, Berroeta cree que los avances técnicos actuales no van a hacer que exista ningún problema a la hora de llegar a un acuerdo. El presidente de la BBK restó importancia a la entrada de otras entidades financieras, como La Caixa o Caja Madrid, en su mercado tradicional. "Nos ocupa, aunque nos preocupa menos. Los éxitos no son proporcionales a la apuesta. Lo que sí que es cierto es que si invierten aquí es porque hay dinero y eso nos debe llevar a planteárnoslo", indicó Berroeta. Junto a este argumento, recordó que las cajas vascas también habían salido al exterior. De hecho, la BBK cuenta con 41 oficinas fuera de Euskadi con un volumen de negocio de 265.000 millones de pesetas y 27.000 clientes. Durante este año prevé abrir otras doce sucursales. Seis en el País Vasco y seis fuera.

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