El desacuerdo entre toreros y empresarios amenaza las Fallas

Un desacuerdo por el cobro de los derechos de imagen mantiene en suspenso la celebración de la Feria de Fallas de Valencia. La causa es un documento presentado por la Nueva Agrupación de Matadores y Rejoneadores en el que se establecen las cantidades mínimas a cobrar por los toreros y el modo de hacerlo en caso de que la televisión aparezca. La Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (Anoet) ha rechazado su contenido.Como primera contestación, los diestros mantienen el plante convocado desde principios de año y que impediría el desarrollo del ciclo fallero, ya que la televisión (Televisión Española y Vía Digital) tiene firmada con el empresario la retransmisión íntegra del abono.

El documento de la polémica mantiene una revisión al alza de las tarifas por derechos de imagen vigentes desde hace dos años (en plazas de primera categoría en caso de una retransmisión televisiva de ámbito nacional se pasa de un millón a un millón y medio de pesetas) y un cambio significativo en la manera de cobrar dicha cantidad. No serían los toreros sino su asociación la que pasaría la factura.

Para los matadores, en palabras de su representante, el abogado Íñigo Fraile, "las dos exigencias son irrenunciables". En el lado contrario, José Luis Lozano, empresario de la plaza de Las Ventas y portavoz de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos, se muestra igual de rotundo: "Las cantidades deben ser negociadas. Eso sí, jamás pagaremos a nadie que no sea una persona física", afirma.

Cuestión de poder

Ninguna de las dos partes tiene inconveniente en reconocer que lo que se está dilucidando en estos momentos es una cuestión de poder. "No podemos aceptar una práctica monopolista que bordea la ley de derecho a la libre competencia", afirma el representante legal del empresariado, Enrique Garza.

Para Fraile, se trata de que los matadores, especialmente los modestos, "tengan voz en un negocio en el que nunca han podido decir nada". "Pese a que el cobro por los derechos de imagen lleva vigente desde hace años", continúa, "muchos toreros no han visto ni un duro. El que cobre la Agrupación es una manera de defender nuestros derechos sin miedo a represalias".