La Asamblea del Ulster aprueba las estructuras del Gobierno autónomo
Tras varios días enfangados en la discusión de la entrega de las armas, la Asamblea Autónoma para Irlanda del Norte aprobó ayer, por 77 votos a favor y 29 en contra, las nuevas estructuras de Gobierno para la provincia. Se trata de uno de los puntos claves de Stormont, que debe permitir el asentamiento de los acuerdos de paz. El líder del Sinn Fein (el brazo político del IRA), Gerry Adams, trasladó ayer al primer ministro británico, Tony Blair, su temor de que el desarme monopolice todo el debate y haga descarrilar el proceso.
Las armas son el problema a corto plazo, pero los instrumentos aprobados para el Gobierno autónomo de Irlanda del Norte son las herramientas que pueden permitir la superación a medio o largo plazo de un odio secular entre las dos comunidades. Los órganos de Gobierno aprobados por la Asamblea norirlandesa incluyen un Ejecutivo autónomo de diez carteras y seis organismos con competencias a ambos lados de la frontera en la isla, así como el establecimiento de un Consejo angloirlandés que regule las relaciones entre el Reino Unido e Irlanda.Adams, tras la votación de la Asamblea, se niega a aceptar que el avance en el proceso de paz en el Ulster dependa del desarme inmediato y total del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Pero ésa no es la opinión de los protestantes. Uno de los portavoces del primer ministro británico aseguró anoche a EL PAÍS que la conversación entre Blair y Adams "fue positiva" y "abarcó todos los aspectos del proceso de paz". Según esta fuente, ambos líderes coincidieron en que ahora "es importante mantener el ritmo de las conversaciones". Cuando se le preguntó si la palabra "crisis" apareció en algún momento de la reunión, éste respondió con una frase diplomática: "Estamos hablando de tiempos difíciles". Y se disculpó por no poder entrar en detalles.
Mientras Adams se embarcaba anoche de regreso a Belfast, la impresión entre los asesores de Blair es de que el proceso de paz ha entrado en un periodo difícil. "Voluntad existe", dijo uno de ellos, "pero arreglar la situación del Ulster es como armar un rompecabezas en un avión que se viene abajo a toda velocidad y sin pista a la vista".
Lo importante, señaló el portavoz de Blair, es "saber cómo mantener el diálogo abierto". Ése fue uno de los aspectos claves en el debate de ayer sobre la fisonomía y potestades del nuevo Ejecutivo autonómico, elegido el año pasado y encabezado por David Trimble, el líder protestante del Partido Unionista del Ulster (UUP). Trimble, a tenor del resultado de la votación favorable a la estructura propuesta, logró desbaratar una nueva minirrebelión en las filas unionistas, esta vez encabezada por Peter Weir, que se opone al proceso de paz y a una Irlanda unida.
El ambiente político es cada vez más agitado, según se aproxima el plazo del 10 de marzo. Antes de esa fecha, el Londres deberá haber transferido los poderes al nuevo Gobierno norirlandés y en el que el Sinn Fein de Adams tendría que estar representado
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