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El sindicato alemán IG Metail eñdurece su posición ante la patronal

Pilar Bonet

La dirección del sindicato metalúrgico IG Metall, el mayor de Europa por número de afilia dos, aprobó ayer el inicio de los preparativos —asambleas y consultas a las bases— para una huelga en el sector y acordó nombrar a un mediador para negociar con la patronal. La directiva sindical se reunió ayer en Francfort en sesión extraordinaria después de que se dieran por fracasadas las negociaciones de la firma del convenio colectivo del metal. Los sindicatos piden subidas salariales del 6,5% y la patronal ofreció el 2,3% y una gratificación extraordinaria y única del 0,5% anual.

La dirección de IG Metall, que, con 3,5 millones de afiliados es el mayor sindicato de Europa, decidió ayer una doble estrategia—de negociación con la ayuda de un respetado político socialdemócrata y de preparativos de huelga— en la lucha por imponer sus reivindicaciones salariales en las negociaciones de los convenios colectivos que se realizan actualmente en Alemania.

Las posiciones negociadoras están aún bastante distanciadas ya que los sindicatos piden un aumento del 6,5% y los empresarios ofrecen un 2,3%, con un 0,5% suplementario, dependiendo de los resultados anuales.

Problemas ara Schröder

El canciller federal Gerhard Schröder exhortó la semana pasada a sindicatos y asociaciones patronales a llegar a un acuerdo en la mesa de las negociaciones y evitar la huelga, pero las fuerzas sindicales parecen haber hecho oídos sordos durante la reunión, que con carácter extraordinario, mantuvieron ayer en Francfort.

Tras los debates, la directiva del IG Metall aprobó recurrir al arbitraje con un plazo limitado hasta el 17 de febrero para tratar de encontrar una solución aceptable para trabajadores y empresarios. Paralelamente, los sindicatos ponen en marcha el mecanismo preparatorio para la huelga a partir del 22 de febrero, cuando comenzaría la celebración de referéndum entre las distintas organizaciones. Si los trabajadores se decidieran por la huelga, ésta se llevaría a cabo el 29 de febrero.

El árbitro elegido por los sindicatos es Hans Jochen Vogel, un socialdemócrata de 73 años del equipo del fallecido ex canciller Willy Brandt, que fue jefe del partido entre 1987 y 1991 y también jefe del grupo parlamentario socialdemócrata y ministro de Justicia en el gabinete de Helmut Schmidt. Vogel se retiró de la política activa en 1994. Su arbitraje se centrará en las negociaciones en el land (Estado federado) de Baden-Württemberg, donde se concentra una importante parte de la industria automovilística del país, y donde trabaja uno de cada cuatro afiliados al IG Metall.

El presidente de IG-Metall, Klaus Zwickel, manifestó ayer que se debe hacer todo lo posible para evitar la huelga y señaló que el arbitraje de Vogel, que al parecer ha sido bien acogido por los empresarios, es el último intento de encontrar una solución pacífica del conflicto. [su parte, el patrón de patronos alemanes, Dieter Hundt, presidente de la Confederación patronal (BDA), advirtió a los sindicatos sobre los efectos negativos de una endurecimiento de las posiciones negociadoras sobre el conjunto de la economía alemana y el empleo. La patronal amenazó con no acudir a las conversaciones sobre el Pacto por el Empleo que se celebrarán • próximamente entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal.

El endurecimiento de la posición del sindicato de IG Metall coincidió con la publicación por parte del reconocido Instituto de Coyuntura Económica de Munich, de un informe que concluye que la cifra de negocios de la industria alemana descenderá un l a corto plazo.]

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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