Japón aplica un doble rasero a la viagra y a los anticonceptivos
Los ánimos femeninos están enardecidos. El mes pasado, 34 años después de que se pidiera por primera vez la aprobación de la píldora anticonceptiva en Japón, el Ministerio de Sanidad tomó una decisión: aprobó la comercialización de la píldora viagra, el popular medicamento contra la impotencia, cuya solicitud se ha tramitado en sólo seis meses. La píldora sigue prohibida. "¿Soy la única persona indignada por este completo disparate?", escribe Setsuko Ogawa en un artículo, aparecido en el diario Mainichi, en el que critica la política japonesa de normativa farmacéutica y la tacha de hipócrita, machista y discriminatoria. "¿Por qué tienen que hacer que todo sea cómodo para los hombres y difícil para las mujeres?", pregunta la parlamentaria Mizuho Fukushima. "Aprueban el medicamento que permite quedar embarazada, pero no el que puede evitar el embarazo. El Gobierno japonés está dispuesto a cualquier cosa con tal de aumentar el índice de natalidad", asegura.
Fukushima opina que el estallido de indignación de las mujeres por la decisión de aprobar la viagra puede reforzar las presiones para que las autoridades aprueben también la píldora esta primavera. Sin embargo, añade que una carta firmada por 68 legisladoras el año pasado, en la que pedían una decisión rápida, no logró ningún resultado.
Ricos y viejos
Se espera que Japón, con una población rica y envejecida, sea un mercado lucrativo para la viagra. Los japoneses ya han probado el medicamento, que el año pasado provocó la muerte de un anciano. La decisión de Sanidad de aprobarla con rapidez se debe, según dicen, al deseo de evitar más muertes entre los hombres que la consumen sin supervisión médica. El Gobierno no ha decidido si la va a sufragar la seguridad social. Un funcionario del ministerio, que pide no ser identificado, insiste en que el plazo de seis meses para aprobar el medicamento tiene precedentes: las drogas para el tratamiento del sida.
Este funcionario insiste en que la "lógica masculina" y la preocupación por el descenso de la natalidad no han tenido nada que ver con el retraso en la autorización de la píldora, y hace hincapié en que hay mujeres en el comité que toma las decisiones; aunque Fukushima puntualiza que son tres mujeres, de un total de 24 miembros.
El mismo funcionario menciona el temor a que la aprobación de los anticonceptivos orales provoque un descenso en el uso del preservativo -el 70% de los japoneses utilizan condones- y, por tanto, un aumento de las infecciones por VIH.
La verdad es que cientos de japonesas toman ya anticonceptivos orales. Se calcula que 200.000 mujeres toman una píldora de alto contenido hormonal, patentada en los años sesenta y que se autorizó en 1966 sólo para el tratamiento de los trastornos menstruales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.