El pop cariñoso
La cantante Amaia Montero daba síntomas de no creérselo cuando terminó el concierto con su grupo, La Oreja de Van Gogh. "Un placer y un sueño", dijo al despedirse. Y es que el fulgurante éxito de esta banda donostiarra es para no creerse, o por lo menos para seguir abundando en la teoría de que, afortunadamente, el pop es una ciencia no exacta. La Oreja de Van Gogh, cargadita de tópicos, una voz de lo más normalita y unas canciones la mar de previsibles, es una de las sensaciones de la temporada. Los más sesudos no lo entenderán; al fin y al cabo, es un grupo del montón.
Eficaz y correcto, pero de los que no marcan la diferencia. Eso no importa a las 300.000 personas que han comprado su disco de debú, Dile al sol, y al millar que había la otra noche en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Datos que lo sitúan como uno de los grupos con más futuro.
La Oreja de Van Gogh
Círculo de Bellas Artes, Madrid, jueves, 11 de febrero.
Se estaba grabando un especial en plan acústico (un básico, que se dice) para el programa Cuarenta TV, que se emitirá por Canal Satélite Digital dentro de unos días. El público del concierto tampoco se lo creía. Jóvenes -tan del montón como el grupo- que corearon de arriba abajo todas y cada una de la decena de canciones que los donostiarras interpretaron.
Marcha
Buscando méritos, a La Oreja de Van Gogh se le puede atribuir el de conciliar por igual a chicos y chicas -su público no tiene género definido- y el de combinar con soltura una apuesta que podía aproximarse a la canción de autor light con una estética de grupo rockero. Y es que, entre tanta blandura, al grupo le va la marcha. En las cuatro últimas canciones se entregaron a un frenesí eléctrico que puso a botar a los asistentes, dando la sensación que el salón se iba a venir abajo. Alguien apuntó que por lo menos resultaban cariñosos. Todavía no se ha acuñado el término, pero si ya existiera el de pop cariñoso, La Oreja de Van Gogh serían sus reyes.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.