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El quirófano de Vigo donde murieron cinco pacientes por hongos incumplía las normas

Dos informes técnicos denuncian "graves deficiencias" en la sala del hospital Meixoeiro

Dos informes técnicos presentados a la Consellería gallega de Sanidad revelan "graves deficiencias" en el diseño y construcción del quirófano de cirugía cardiaca del hospital Meixoeiro de Vigo, donde se registraron a finales del año pasado las infecciones por el hongo aspergillus que costaron la vida a cinco pacientes. Las sucesivas recomendaciones de los servicios de Medicina Preventiva y Mantenimiento del propio hospital para que el quirófano adaptara sus condiciones funcionales a lo que es preceptivo cayeron repetidamente en saco roto.

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El quirófano ya presentaba "un diseño obsoleto desde el inicio [año 1989]" en sus sistemas de climatización, según los informes presentados por la firmas Ingeclima y Taelpo. En 1995, el quirófano fue remodelado para operaciones de alto riesgo -cirugía cardiaca- "sin modificar la instalación de tratamiento de aire", que incluso empeoró al aplicársele un silenciador y otros aparatos. "El mínimo a realizar en una remodelación para un quirófano que no estuviera destinado a operaciones de alto riesgo", señala Ingeclima, "hubiera sido mejorar el sistema colocando filtros finales mayores que los existentes y modificando el ventilador del climatizador para proveerlo de mayor presión". Pero alguien debió estimar en un sentido amplio la consideración de alto riesgo para el referido quirófano.

Los trabajos de remodelación, según pudo verificar Ingeclima, se realizaron "sin una adecuada dirección técnica, puesto que se han encontrado conductos de aluminio flexible colgados con alambre y pegados con cinta adhesiva" en el falso techo del quirófano, del que ni siquiera fueron limpiados en su momento los cascotes de la obra. Posteriormente, la cinta adhesiva que unía los conductos se despegó, permitiendo fugas masivas que introducían directamente en el falso techo el aire exterior y, a su vez, aumentaban en él la presión, facilitando las fugas al quirófano.

Estas fugas de aire desde el falso techo al quirófano fueron propiciadas por otras dos anomalías concomitantes. Por una parte, la presión atmosférica en el quirófano era menor que la del exterior, lo que provocaba corrientes contaminantes desde fuera hacia dentro. Por otra parte, el quirófano debe ser estanco y exento de intersticios, pero en éste del Meixoeiro se practicaron en el falso techo aperturas para la colocación de lámparas y otros accesorios que dejaron fisuras por las que caía el polvo y, cabalgando sobre él, las esporas de aspergillus.

Grave riesgo

En 1996, ya inaugurado el quirófano, el servicio de Medicina Preventiva del hospital comunicó a la dirección que las instalaciones debían cumplir la normativa establecida en 1990 por el Insalud. También Mantenimiento señaló en la instalación eléctrica anomalías de grave riesgo para los pacientes y para el personal que trabajara en el quirófano. Ninguna de estas recomendaciones, ni otras posteriores de igual contenido, surtieron el menor efecto. Estas irregularidades fueron posibles, según fuentes hospitalarias consultadas por EL PAÍS, porque la unidad de cirugía cardiaca del Meixoeiro, gestionada por el Instituto Galego de Medicina Técnica (Medtec), ha funcionado en el hospital como una isla, sin verse sometida a los controles comunes.El Medtec, sociedad anónima de capital público que abandera la reforma sanitaria emprendida en Galicia por el actual ministro de Sanidad, José Manuel Romay, dio por bueno el proyecto de remodelación del quirófano, su diseño y la ejecución de las obras, cuando ninguna de esas fases se ajustaba a la normativa de precepto. Tampoco realizó posteriormente ningún control sobre el funcionamiento del quirófano.

"El quirófano tenía algunos defectos que debían haber sido detectados", declaró ayer a este periódico el consejero de Sanidad, José María Hernández Cochón, que los considera ya subsanados. El consejero sostiene que no mintió en su comparecencia parlamentaria, silenciando los resultados de Ingeclima, puesto que no los conocía "en detalle" y añade: "Los datos pertenecían a un solo informe, cuando aún hoy estamos pendientes de los otros para cerrar la investigación con conclusiones definitivas".

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