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Schröder se desmarca de Los Verdes y lanza mensajes de colaboración a los liberales

Pilar Bonet

El canciller federal alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder, tras el desastre de Hesse, se ha desmarcado ostentosamente de las cuestiones que constituyen las señas de identidad de Los Verdes, los socios menores de la coalición gubernamental. La política alemana parece entrar en una nueva fase, tanto en lo que se refiere al abandono de la energía nuclear como a la futura ley de ciudadanía. La línea actual se orienta hacia el centro y hacia posiciones más moderadas que cuentan con una amplia aceptación social.

El giro puede dañar a la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y a su campaña nacional contra la ley de doble ciudadanía. La razón es simple: los primeros mensajes de compromiso del Partido Social demócrata (SPD) no van dirigidos hacia ella, sino en dirección a los liberales del FDP. Este partido es el autor de un proyecto de ley alternativo de ciudadanía que interesa a Schröder.A juzgar por las respuestas evasivas de representantes de la CDU en varios länder (Estados)alemanes, el partido empieza a dar marcha atrás en su batalla callejera contra la doble ciudadanía. En la región de Renania del Norte-Westfalia, las mesas de recogida de firmas no se van a instalar de momento "a causa del carnaval", dijo un portavoz de la CDU. En Wiesbaden, la capital de Hesse, otro portavoz del partido señaló que "no hay nada previsto". Pero a pesar de estos síntomas, oficialmente, la campaña de firmas continua.

El FDP, que tradicionalmente ha sido el socio menor de la coalición federal, gobernó en coalición con la CDU de Helmut Kohl. Actualmente, el partido se encuentra en la oposición con 43 diputados en el Bundestag.

El jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, Peter Struck, anunció ayer que iniciará conversaciones con los liberales sobre la ley de ciudadanía. Si la postura de ignorar a los cristianodemócratas a la hora de modificar el proyecto de ley prospera, el SPD conseguiría castigar al principal partido de la oposición y mostrarle que está dispuesto al compromiso, pero no al chantaje de las firmas.

El gesto es también una señal clara dirigida a Los Verdes, que están descontentos por el comportamiento de los socialdemócratas, pero que no tienen más alternativa que aceptar la voluntad del socio mayor o provocar una crisis de Gobierno, que no desean.

Los liberales han sido los fieles de la balanza de la política alemana, excepto en los periodos de gran coalición (CDU-SPD), gobernaron con el SPD hasta 1982, cuando cambiaron de bando e hicieron caer al canciller federal Helmut Schmidt.

La política del Gobierno ha sido y es "socialdemócrata", manifestó Schröder en una entrevista que publica hoy el Suddeutsche Zeitung. "Solo debemos situar en el centro de los debates de la coalición los asuntos centrales; la alianza por el empleo, la lucha contra el desempleo y la lucha contra e paro juvenil". Para dejar claro su distanciamiento, Schröder manifestó que "por desgracia" por delante de los esfuerzos que se hacen en el campo del pacto por el empleo pasan "cuestiones importantes, pero no de importancia existencial" como son la ciudadanía o el abandono de la energía nuclear.

Y añadió el canciller que "incluso una parte del electorado de Los Verdes ha dejado de creer que la energía atómica sea el eje de esta sociedad".

Schröder había dicho ayer, en la primera parte de su entrevista con Suddeutsche Zeitng, que se necesita "más Fischer y menos Trittin", aludiendo así a las dos corrientes, la realista y la fundamentalista, que coexisten en el partido ecologista alemán y de las cuales son exponentes respectivos el ministro del Exteriores y el ministro de Medio Ambiente.

La portavoz verde Kerstin Müller calificó las declaraciones del canciller como "poco útiles" y exhortó a la unidad. Para el día 23 de febrero se prepara una nueva reunión de los socios de la coalición gubernamental para dirimir sus querellas internas."Se ha colmado la medida", dijo la portavoz de Los Verdes, Radcke, que exigió respeto a sus socios de coalición.

En lo que se refiere a la ley de ciudadanía, el ministro del Interior, Otto Schily, un socialdemócrata que antes fue verde, reconoció que su proyecto de ley será reelaborado y presentado en primavera. "No podemos declarar como ley el acuerdo de coalición", dijo el ministro, quien se mostró convencido de que se encontrará una solución aceptable también con la oposición, y, sobre todo, según dijo, con los liberales.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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