Arco defiende la calidad y la selección

La feria internacional de arte contemporáneo Arco inauguró ayer su 18ª edición, con la presencia de la infanta Cristina e Iñaqui Urdangarín, en los pabellones 5 y 7 del parque ferial Juan Carlos I, de Madrid. Un millar de artistas presentan sus obras, de diversas corrientes, con predominio de la fotografía de gran formato y los medios electrónicos, en 233 galerías de 27 países, 97 españolas y 136 extranjeras. La inquietud por el futuro de Arco se extiende a los galeristas, que preparan un escrito de apoyo a una feria de calidad y selectiva frente a otras interpretaciones de Ifema.

"No voy a modificar los planteamientos actuales de Arco y la feria seguirá con el sello de la calidad", afirmó ayer Fermín Lucas, director general de la Feria de Madrid (Ifema), ante la polémica de cambios para incluir a esta manifestación artística en la ley de ferias de la Comunidad de Madrid, en la que no se contempla la selección de los expositores. "Está claro que apostamos por una feria de calidad y selectiva, pero hay que ser objetivos para que los galeristas no planteen problemas por su exclusión. Se tratará de buscar lo mejor para Arco, como a todas las ferias de Ifema", añadió.Una pregunta, durante la presentación de la feria, sobre el futuro de Arco fue considerada por su directora, Rosina Gómez Baeza, como la pregunta del millón. "La nueva ley de ferias nos puede ayudar a establecer los criterios profesionales y respaldar los actuales planteamientos, como los proyectos de las galerías, su proyección internacional o que esté abierta al público de forma continua. Alguna galería ha protestado por su exclusión, pero ha estado tres o cuatro meses cerrada. Si no hay selección, será una feria sin ningún interés para los artistas, los coleccionistas o el entorno internacional. Si es así, no puede satisfacer nuestra aspiración de feria internacional".

Rosina Gómez Baeza dijo que "hay que mirar con confianza en el futuro". Arco tiene "un gran futuro", pero sin olvidar mejorar las leyes fiscales (sobre todo la bajada del IVA) para fomentar el coleccionismo en empresas e instituciones. "Trabajamos por el triunfo de la creatividad española, que tiene un nivel internacional". El criterio de selección fue defendido por el galerista Guillermo de Osma, uno de los 21 miembros del comité asesor, que recibe entre 450 y 500 peticiones para una selección de 200. Señaló que la feria ya es grande y la extensión a un tercer pabellón la convertiría en "muy frágil" en su estructura, "con la salida de galerías extranjeras y bajada de la calidad". Añadió que se realiza una hoja de evaluaciones, donde se registran aspectos como la fidelidad, exposiciones, publicaciones, proyectos de artistas."

La posibilidad de montar un Arco sin selección previa, como indica la ley de ferias, y que este criterio abierto y económico sea el del nuevo equipo de Ifema, renovado hace un año, moviliza a galeristas y artistas, que piensan dar a conocer su postura al final de la feria. El galerista Manuel Ojeda, de Las Palmas de Gran Canaria, dice que "no tiene sentido" la ampliación hasta convertirse en "un mercadillo". El pintor Eduardo Arroyo afirma que es "un escándalo" que se imponga el criterio económico. "Están perdiendo el norte. Es una broma pesada y esto va a explotar. Propongo que no haya pasillos ni plazas, que se invite a más gente y así ganar más dinero. Es una vergüenza".

En la jornada se celebró una comida con 200 empresarios y agentes culturales. Para la foto oficial posaron Ana Botella; la ministra francesa de Cultura, Catherine Trautmann; el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, y Rosina Gómez Baeza, entre una escultura de Esperanza D"Ors y telas de Gastón y Daniela de pintores españoles de los 50 para el pabellón de Amigos de Arco. Ana Botella salió de la feria con el alcalde y Fermín Lucas por un lateral de los pabellones "para no pasar frío", pero sin detenerse en las galerías.