_
_
_
_
_

La derrota en Hesse obliga a Schröder a reconsiderar la ley sobre la ciudadanía

Pilar Bonet

Los dirigentes del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) comenzaban a plantearse ayer cambios sustanciales en la política gubernamental, incluida posiblemente una versión más modesta del proyecto de ley de ciudadanía, tras el duro golpe que sufrió en las elecciones en el Estado de Hesse. La victoria de la Unión Cristiana Democrática (CDU) y los malos resultados de los Verdes han arrebatado al SPD la mayoría en el Bundesrat (Cámara de los länder o Estados federados).

La CDU cosechó una inesperada victoria el domingo en Hesse, un territorio gobernado durante ocho años por una coalición del mismo color que el actual Gobierno federal, rojiverde. La clave del éxito fue una polémica movilización callejera en contra de la doble nacionalidad que se autorizaría en Alemania de aprobarse el proyecto de ley de ciudanía del Ejecutivo en su versión actual.Esta victoria de la CDU ha hecho entrar en crisis el modelo de gestión rojiverde que comenzó a funcionar en Alemania el pasado otoño y ha obligado a los socios de la coalición gubernamental, el SPD y los Verdes, a enfrentarse con una dura realidad subestimada hasta ahora: en la población, e incluso entre los mismos votantes socialdemócratas, existe un amplio temor a la inmigración masiva. Con un resultado de un 7,2% y una pérdida de cuatro puntos respecto a las elecciones anteriores, los Verdes fueron los verdaderos derrotados de los comicios, donde el SPD consiguió una ligera mejoría de sus resultados (39,4%, 1,4 puntos más que en las anteriores elecciones). El aumento significativo fue el de la CDU, que obtuvo un 43,4% de los votos (en 1995 se quedó en el 39,2%). Con los liberales del FDP, que obtuvieron un 5,1% de los votos, los democristianos formarán ahora una coalición que desbanca a la existente hasta ahora y que también cambiará el juego de mayorías en el Bundesrat.

En esta cámara, imprescindible para aprobar las leyes federales, cada land (Estado) está representado por su Gobierno con un número de votos que oscila entre 3 y 6, según su población, y que en su conjunto suma 69 votos. Hesse tiene 5 votos y el SPD, que hasta ahora tenía 38 votos en el Bundesrat, pasa, tras el cambio de Gobierno en Wiesbaden, a tener 33, y sigue siendo el principal grupo, aunque ha perdido la mayoría absoluta. Los länder dirigidos por la CDU tienen ahora un total de 21 votos (cinco más que hasta ahora), y el bloque de los neutrales, que representa a los Estados dirigidos por coaliciones de incluyen a partidos de Gobierno y de oposición a escala federal, tiene 15 votos.

En Bonn, tanto los dirigentes del SPD como los Verdes reconocían ayer que no habían sabido realizar una campaña eficaz para contrarrestar la recogida de firmas de la CDU. Ottmar Schreiner, el secretario federal del SPD, acusó ayer a la CDU de haber realizado "una campaña de provocación contra los extranjeros, demagógica y tendenciosa". Schreiner y el jefe del Gobierno saliente de Hesse, Hans Eichel, admitían que el SPD había perdido votos entre los trabajadores y los parados. Schreiner explicó que éstos ven a los extranjeros como sus competidores por los puestos de trabajo y las viviendas, y dejó abierta la posibilidad de que la ley sea modificada y que estas modificaciones se realicen con el consenso de la oposición democristiana.

Los Verdes están desorientados tras perder una tercera parte de su electorado en Hesse, el Estado en el que eran veteranos. Sus dirigentes no saben si atribuir el castigo de las urnas a un excesivo purismo, o a una excesiva condescendencia con las posiciones más convencionales del SPD. En público, los verdes se mantuvieron firmes en sus posiciones y consideraron que "no hay motivo para ceder".

Como posibilidad se perfila el proyecto de ley alternativo realizado por el FDP, que fue el socio menor de la anterior coalición gubernamental. Este proyecto, orientado hacia la integración, obligaría a los extranjeros que se naturalicen como alemanes a elegir entre su nacionalidad de origen y la alemana, pero prevé que los extranjeros nacidos en Alemania de padres emigrantes puedan esperar hasta la mayoría de edad para hacer su elección.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_