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Una mancha en el expediente

El País

¿Por qué Euskadi terminó 1998 con la peor inflación de la España peninsular? Una pregunta para la que todos los agentes económicos implicados tienen una fácil respuesta, aunque no sea nunca coincidente. En todo caso, mirar al cierre del pasado ejercicio es mirar un año glorioso para el conjunto de España y mejor aún para Euskadi. El crecimiento económico vasco ha sido el mejor del decenio, con una tasa del 5,5%, casi dos puntos por encima de la media del conjunto de España. La inflación, tradicional problema endémico de la economía española, se ha convertido en algo prácticamente testimonial. Por primera vez la economía española, y por tanto la vasca, logra compaginar una baja inflación, un alto crecimiento económico, unos salarios ajustados y la creación de empleo (43.000 puestos de trabajo en Euskadi). Diciembre de 1998 se cerró con la inflación media más baja desde 1962 en el conjunto del Estado, un 1,4%. Euskadi también logró batir su propia marca, sin embargo su porcentaje se quedó casi un punto por encima de la media nacional, un 2,3%. "La economía vasca es compulsiva: en periodos de crecimiento crece más y en periodos de recesión retrocede y agudiza el declive. Y con los precios pasa lo mismo", afirma Javier Bermejo, secretario de Acción Sindical de UGT de Euskadi. El año récord no parece que se vaya a repetir y la economía vasca lo ha pasado con una pequeña mancha en su expediente a la que nadie da excesiva importancia. "Se puede decir que no hay inflación porque no existe un alza persistente e importante de los precios. El proceso es el inverso. Estamos viviendo un periodo de deflación. La diferencia con el conjunto de España no es relevante", asegura Roberto Velasco, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad del País Vasco. El principio que señala Velasco, si bien es aceptado por los agentes económicos, no quita para que unos y otros culpen o disculpen el mal dato del IPC (Índice de Precios al Consumo) vasco. La partida llamada Otros, en la que se engloban los servicios y por tanto las actividades relacionadas con el turismo fue, con un 5,9% de subida, la que más daño ha hecho al conjunto de la inflación en la comunidad. Administración, sindicatos y empresarios reconocen que el año vasco del turismo, con un incremento de viajeros de un 27%, según el Eustat, ha sido en parte el gran causante de los malos resultados. "El alza del turismo responde al efecto Guggenheim, pero se puede ir corrigiendo ya que ya no existe el elemento novedoso. Es lógico que se produzca un alza de precios si se da una avalancha de demanda que supera a la oferta", indica Eduardo Arechaga, director del departamento de Economía de Confebask. Inhibición pública Sin embargo, este optimismo natural no se corresponde con los llamamientos repetidos que desde el Gobierno se hacen solicitando a los empresarios de la hostelería que se controlen. Para los sindicatos, la Administración debería hacer algo más que un llamamiento a la calma. "La Administración debe reconvertir a los empresarios de hostelería a que sacien sus intereses", apunta Paco Blanco de Comisiones. La UGT considera que el descontrol en los precios en el sector de los servicios está directamente relacionado con "la inhibición de los poderes públicos". En todo caso, el efecto Guggenheim, gran milagro del año pasado, pese a su carácter inflacionista, se ha extendido a todo el territorio vasco que curiosamente no ha compartido el mismo IPC. La peor parte se la ha llevado Guipúzcoa con un 2,8%, Vizcaya ha tenido un 2,3% y Álava con un 1,2% se situaba por debajo de la media nacional. En las variaciones entre territorios han intervenido también las alzas en los apartados de Medicina (4,6%), Menaje (2,6%), Vestido (2,4%), Cultura (1,9%), Vivienda (1,6%), Alimentación (1,0%) y Transporte (0,8%). "Hay que tener en cuenta que si el IPC ha sido el 2,4%, hay precios que han tenido que bajar, como los industriales", apunta Velasco. Los pros y los contras del IPC del pasado año no quitan para que todos los consultados indiquen que el resultado ha sido bueno. "La muestra no es representativa para Euskadi, se pueden producir sesgos estadísticos. Lo importante es que se marquen tendencias. El IPC al final no deja de ser un referente para las pensiones o salarios. No es algo que se vea en la calle", puntualiza Arechaga.

Y la vivienda sube

Batir los récords en el precio de la vivienda no es uno de los mayores consuelos de los vascos. Por mucho que desde las distintas administraciones se insista en que todo está controlado y que es cuestión de tiempo contar con pisos más baratos, la vivienda sigue subiendo y en las clasificaciones del conjunto de España las tres capitales vascas ocupan puestos de privilegio. "Es escandaloso que que la vivienda haya subido en el País Vasco el doble que en el resto de España y todo por desajustes y especulaciones. Es imprescindible que haya más disponibilidad de suelo barato. Se trata de una partida socialmente muy significativa", indica Paco Blanco, de CC OO. El lamento de Blanco va acompañado, de acuerdo con Javier Bermejo, de UGT, por unas medidas poco afortunadas: "La reciente reforma del IRPF en Euskadi que establece distinto trato para los que hayan adquirido su vivienda habitual antes o después del 31 de diciembre, algo que no ocurre con la normativa estatal, ha provocado un fuerte aumento de la demanda". Y ya se sabe que los precios que suben raro es que bajen.

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