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La Comisión Europea reitera sus dudas sobre la futura Agencia Antidopaje

La Comisión Europea reiteró ayer sus dudas sobre la independencia y transparencia de la futura Agencia Internacional Antidopaje propuesta por la declaración final de la Conferencia Mundial que concluyó el jueves en Lausana (Suiza). "Habrá que ver su composición y qué misiones tendrá", declaró Jaume Andreu, responsable para el deporte en los servicios del ejecutivo comunitario. Mientras tanto, surgieron nuevas acusaciones sobre la supuesta corrupción en Salt Lake City 2002, con el canje de billetes de avión de primera clase enviados a miembros del COI.

Andreu, que intervino en la última jornada de la Conferencia en nombre de los ministros y responsables, expresó su escepticismo sobre su composición, especialmente en lo que afecta al papel que se quiera dar a representantes de la industria farmacéutica o de los fabricantes de artículos deportivos. La Comisión Europea no discute el "liderazgo del Comité Olímpico Internacional (COI) pero insiste en que la nueva Agencia deberá tener un contacto directo y eficaz con los Gobiernos", añadió. Andreu recordó que la coordinación con los Gobiernos de los Estados resulta necesaria por el diferente grado de desarrollo de las respectivas legislaciones en materia de dopaje y señaló que en Francia y el Reino Unido son incluso más estrictas que las propuestas hechas en Lausana. El responsable comunitario añadió que además habrá que trabajar en la armonización de las leyes sobre dopaje deportivo para evitar que la lucha contra el consumo de sustancias prohibidas bloquee en la práctica la organización de algunas competiciones, como ocurrió durante el pasado Tour. Andreu también recordó que entre otras tareas pendientes está la de ver cómo se hace una aproximación comunitaria desde el ámbito de la justicia. Recordó que precisamente el ámbito penal del fenómeno del dopaje en el deporte debe ser tenido en cuenta y señaló el dato aportado por el Consejo de Europa, que ha evaluado en 1.000 millones de dólares anuales (unos 150.000 millones de pesetas) el tráfico ilegal de sustancias empleadas por deportistas. En la actualidad la Comisión Europea financia sendos estudios sobre las repercusiones en la salud humana de la hormona del crecimiento, una de las sustancias de dopaje más conocidas, y otro sobre armonización de las normas que regulan la realización de pruebas de detección de dopaje, que llegan a ser rechazadas cuando los casos llegan a los tribunales ordinarios por no darles valor científico.

Ayer mismo, la Organización Mundial de la Salud se ofreció para mediar ante los Estados en el proyecto de la Agencia.

Nuevas acusaciones

Mientras el escepticismo o las críticas a la espera de lo que suceda en los próximos meses fueron las reacciones generalizadas tras los seis puntos aprobados en la Conferencia Mundial, nuevas acusaciones a miembros del COI se desvelaron ayer. En Salt Lake City, sede de los Juegos de Invierno de 2002, según publica The Washington Post, los organizadores (SLOC) ofrecieron billetes de avión de primera clase, que fueron canjeados por dinero o por otros más baratos en algunos casos, por lo que pudieron ocultar pagos ilícitos. Los investigadores del COI y del FBI analizan el gasto de unos 4,6 millones de dólares (unos 700 millones de pesetas) en viajes, durante los siete años que duró la campaña de su candidatura. La comisión ética del SLOC dará un informe de sus investigaciones el próximo martes y es muy posible que el día 11 se reestructure el propio SLOC para reforzar el control del Estado y de las autoridades locales sobre sus actividades.Sí fue sorprendente, aunque es un posible fruto de la mejoría del ambiente olímpico producido en Lausana, que el Comité Británico pidiera ayer a Manchester, candidata perdedora para los Juegos de 1996 y 2000, que renuncie a posibles indemnizaciones. Su postura es contraria ya, por ejemplo, a la del alcalde de Quebec (Canadá), perdedora precisamente ante Salt Lake City. Jean-Paul L"Allier continúa pidiendo que se compense a su ciudad, así como a Sion (Suiiza) y Östersund (Suecia). Las 54 ciudades que aspiraron a los Juegos de verano e invierno entre 1996 y 2002 recibieron un cuestionario del COI para que elevaran las protestas pertinentes. Por su parte, Un Yong Kim, el miembro surcoreano del COI, volvió a desmentir ayer que el SLOC ayudara a su hijo a encontrar trabajo. Según Kim, ya dirigía una compañía y sólo hacía negocios con la que el diario USA Today le acusa de haber entrado a trabajar. Y Marc Hodler, el miembro suizo que aventó el escándalo de Salt Lake City con otras acusaciones, llegó ayer a Nagano, sede de 1998, que va a celebrar a pesar de su escándalo particular el aniversario de unos Juegos también bajo sospecha. No habló de los medios empleados por la ciudad para conseguir los Juegos y defendió a Samaranch: "Sólo los miembros son responsables del escándalo. Él no vota", dijo.

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