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Cinco niños polizones marroquíes llegan a Palamós

El mercante Mendiondo, con bandera portuguesa y tripulación gallega, arribó ayer por la mañana al puerto de Palamós cargado con 1.600 toneladas de mineral de barita y cinco jóvenes polizones. Tienen entre los 9 y 16 años y se escondieron la noche del martes en el interior de la bodega, poco antes de zarpar del puerto de Casablanca, en Marruecos. No hicieron notar su presencia hasta la mañana siguiente, justo cuando el navío cruzaba el estrecho. Ayer por la tarde, una furgoneta de los Mossos d"Esquadra los trasladó hasta centros de acogida de menores de Girona y Barcelona. La tripulación sospecha que abordaron el barco aprovechando un descuido, antes de cerrar los portalones superiores, y se escondieron bajo los plásticos que cubrían el mineral desparramado en una bodega de carga de 150 metros de largo por 30 de ancho. Entre el mineral y las compuertas superiores quedaba un espacio libre de unos tres metros. Los polizones llamaron la atención de los marineros golpeando los portalones de metal con pedazos de mineral. "Cuando abrimos las compuertas empezaron a salir chabalines", relató el segundo oficial de máquinas. Los cinco menores fueron acomodados en el único camarote libre de la nave, con tres camas estrechas, y que han vivido el trayecto sin miedo, como una emocionante travesura que debía llevarles al paraíso europeo. Algunos chapurrean el francés y el castellano. "Se lo pasaron de miedo", aseguró el tripulante, "pero les espera una buena tunda cuando lleguen a casa", añadió, incrédulo de que sus padres pudieran estar al tanto de sus temerarias intenciones. Los jóvenes estaban convencidos de que cuando llegaran los alojarían "en un hotel lleno de lujos". Durante los dos días y medio de travesía han compartido el rancho con los nueve marineros del Mendiondo y han llegado a saborear las empanadas gallegas, después de asegurarse de que no contenían cerdo. El contramaestre y el concinero aseguraron que no paraban de pedir comida y tabaco. Ahora su futuro depende de si son o no reclamados por sus familiares.

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