D"Alema replica a Bruselas que Italia cumple sus compromisos de estabilidad
La amonestación de la Comisión Europea, que el miércoles advirtió a Italia de la necesidad de revisar el plan de estabilidad presupuestaria presentado para los próximos tres años debido a que está basado sobre cálculos de crecimiento "demasiado optimistas", ha levantado ampollas en Roma. Tras el primer intercambio de comentarios entre el ministro italiano del Tesoro, Carlo Azeglio Ciampi, y el comisario europeo de Economía, Yves-Thilbault de Silguy, que se saldó el mismo miércoles con un comunicado conjunto de tono diplomático y conciliador, ayer volvió a la carga el primer ministro italiano, Massimo D"Alema en la defensa de la integridad presupuestaria italiana. "Italia está manteniendo sus compromisos", declaró D"Alema a los periodistas, si bien admitió la existencia de algunos errores de cálculo. "Si hay algo que no ha funcionado este año [1998]", dijo "no ha sido por una falta de rigor, sino porque hemos crecido un punto menos respecto a las previsiones del Decreto de Programación Económica y Financiera. Ahora hay que apretar el acelerador en el capítulo del crecimiento económico, éste es el objetivo".
De hecho, la acusación del comisario De Silguy hacía hincapié en un nuevo error por exceso "de optimismo" de los gestores italianos, que en el plan de estabilidad enviado a Bruselas calculan para el año 1999 un crecimiento económico del 2,5%, cuando ya los más reputados economistas nacionales reconocen que no es probable que el producto interior bruto (PIB) crezca por encima del 1,5%.
Un menor crecimiento del PIB significa, obviamente, menores ingresos en las arcas del Estado italiano, lo que limita considerablemente la capacidad del Ejecutivo para reducir la abrumadora deuda pública del país, actualmente el doble de la autorizada por el Tratado de Maastricht.
Los principales aspectos del programa italiano incluyen una previsión de crecimiento del PIB del 2,5% en 1999, del 2,8% en el 2000 y del 2,9% en el 2001, mientras que espera una reducción de la deuda pública del 118,2% del PIB registrado en 1998 hasta el 107,0% en el 2001.
Pese a la crítica general, el comisario europeo de Economía destacó que el objetivo de reducción del déficit presupuestario hasta el 1% del PIB hasta el 2001 "está en línea con lo establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y lo acordado en el Consejo Europeo de Cardiff", con el que concluyó, en junio de 1998, la presidencia británica.
Tras el suspenso concedido el pasado miércoles por el comisario europeo de Economía a los responsables italianos, serán los ministros de Economía de la UE los encargados de dar el próximo lunes el veredicto definitivo a las cuentas presentadas por el Ejecutivo de D"Alema.
Las previsiones de crecimiento económico correspondientes a 1998 ya tuvieron que ser revisadas a la baja por el Ejecutivo en dos ocasiones. En diciembre pasado, la patronal italiana ajustó el crecimiento previsto inicialmente por encima del 2,5% al más modesto 1,5%.
La economía italiana se resiente de la crisis asiática y latinoamericana, que se ha cebado especialmente en algunos de los productos estrella del made in Italy. El Ejecutivo espera compensar la reducción de ingresos debida al descenso de la exportación y la caída del consumo interno con el ahorro en pago de intereses de la deuda tras la reciente bajada de los tipos de interés en la zona del euro.
Requisito de estabilidad
Además del programa italiano de estabilidad, la Comisión Europea ha examinado esta semana también el presentado por el Reino Unido y Portugal, con lo que el Ejecutivo comunitario ya ha sometido a examen ocho planes de estabilidad, dentro del ejercicio aprobado por el Consejo Europeo, que prevé que los países del euro presenten a la Comisión y al Consejo sus planes para mantener "a medio plazo" cuentas públicas próximas al equilibrio o excedentarias. Sobre el plan portugués, De Silguy dijo que su contenido "resulta plausible".
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