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Tribuna
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Pesqueros

¿Realmente cuál es el problema de los pescadores algecireños? ¿En base a qué la flota pesquera de La Línea y Algeciras sufre el hostigamiento continuo de las patrulleras gibraltareñas? ¿Acaso pescan en aguas no españolas? Mejor dicho, ¿tiene Gibraltar aguas jurisdiccionales más allá de las que beben los llanitos en sus casas? España nunca ha reconocido que el Reino Unido tenga soberanía sobre las aguas próximas al Peñón. Son, pues, aguas españolas y, consecuentemente, un espacio marítimo donde nuestros pesqueros pueden echar sus redes o celebrar el día de la Virgen del Carmen como Dios les dé a entender. En definitiva: es territorio nacional y, por tanto, soberano. Una banda de catetos con acento inglés de carnaval gaditano se reunieron hace unos años en la roca y parieron la piedra filosofal de la legislación gibraltareña: se sacaron de allí mismo una norma proteccionista medioambiental que prohibía la pesca con red en lo que las autoridades del Peñón consideran sus aguas territoriales. Así, por las buenas, repitiendo las mismas claves de piratería histórica mediante la cual consiguieron, a costa de nuestra territorialidad, rapiñear más metros a su escaso espacio vital. La medida medioambiental hostiga a nuestros pesqueros en aguas españolas; dudo mucho de que esa misma norma hostigue a los llanitos que vierten sus desperdicios al mar que tanto quieren y tanto contaminan. Sin embargo, con las cosas así de claras, Caruana sigue pescando políticamente en aguas revueltas. Un tipo ciertamente hábil y también desenfrenadamente embustero. En el palangre de su política de bajura pica continuamente un Matute más besugo que tiburón, constatando una vez más que nuestras relaciones exteriores siguen tan bajas de glucosa como en las peores décadas del siglo XIX. Le han faltado agallas, de tiburón, para proteger nuestras aguas soberanas del nuevo hurto gibraltareño. Le ha sobrado, sin embargo, boca de merluzo para descalificar un acuerdo pesquero entre la desprotegida y olvidada gente de la mar algecireña y los catetos de Gibraltar. ¿Que es una cuestión de soberanía, señor Matutes? Absolutamente de acuerdo. Pero defiéndala con la energía que se le presupone y los argumentos legales que nos avalan.J. FÉLIX MACHUCA

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