Luminosidad sacra

Se inaugurará el día 4, y se podrá visitar hasta el 28 de junio junto a la catedral de Valencia. La exposición La luz de las imágenes recoge el protagonismo desempeñado por la Iglesia en el devenir histórico de la Comunidad Valenciana y la riqueza de un legado artístico y cultural que, según destacó ayer el consejero de Cultura, Manuel Tarancón, es desconocido para muchos valencianos. Dividida en diez bloques temáticos, la muestra incluye más de 350 piezas de imaginería, restos arqueológicos, cuadros, relicarios, arquetas, cálices, custodias, ornamentos, bordados, biblias, frontales y manuscritos. Los organizadores anuncian que no se trata de una exposición al uso, sino una iniciativa dirigida a sacar a la luz auténticas joyas del arte sacro, de distinta propiedad, que hasta ahora han permanecido ocultas en templos, conventos y casas particulares. Juntas constituyen un testimonio de la influencia que siempre tuvo la Iglesia en la sociedad valenciana. Un "evento magnífico" para Valencia por lo que supone de recuperación de parte de su historia, según apuntaron Tarancón, la directora general de Promoción Cultural, Consuelo Císcar, la directora general de Patrimonio, Carmen Pérez, y el subsecretario de Turismo, Roc Gregori, que ayer participaron en la presentación en sociedad de la exposición, en Madrid. Más de 600 millones de pesetas ha invertido la Generalitat en los preparativos de la muestra, que han incluido la restauración de 300 obras de arte, las tres puertas de la catedral (románica, gótica y barroca), capillas y el cimborrio medieval. Obras de Joan de Joanes, Jacomart, Gonzalo Peris, Maello, Ribalta, Ribera, Goya, Sorolla, Benlliure, Pinazo o Macip podrán ser contempladas en ese recorrido por 2.000 años de historia. La exposición viajará después a Segorbe y Orihuela, según anunció el comisario, Fernando Benito. El repaso a la historia del cristianismo en Valencia arranca con el área bautizada como La evidencia arqueológica, con tres piezas que demuestran el poder de la Iglesia en la segunda mitad del siglo IV: el sarcófago de la Pasión, un bol de vidrio tallado con las figuras de Jesucristo, San Pedro y San Pablo, y un fragmento del sarcófago aparecido en las excavaciones de la cárcel de San Vicente, en la plaza de la Almoina. La Iglesia local y el obispo es la segunda etapa, dedicada a la actividad episcopal hasta la época contemporánea, representada por una serie de iconos de obispos y arzobispos que se conservan en la catedral de Valencia. El tercer paso será La Iglesia valenciana en el marco del humanismo renacentista, periodo que coincide con el siglo de los Borja y la introducción en España de los primeros aires del Renacimiento. Contrarreforma y Barroco copan el cuarto bloque de la exposición, con el episcopado del patriarca Juan de Ribera, que fomentó el arte de la pintura. Entre el Barroco y la Ilustración es el título del quinto bloque temático, un repaso al XVIII y la llegada de los Borbones a la corte española. Las órdenes religiosas, Las luces de la Iglesia ilustrada, La Eucaristía, la Mare de Déu y Los santos valencianos completan la muestra, con profusión de retablos, óleos, custodias, pasos sacramentales e iconos. Historiadores, clérigos, estudiosos del arte, restauradores, arquitectos y diseñadores han participado en los preparativos de La luz de las imágenes, que ayer fue calificada de "hito histórico", y que a partir de ahora se incluirá en todos los folletos y programas de promoción turística de la Comunidad Valenciana. Con todo, las autoridades destacaron ayer la incidencia que tendrá la muestra en la recuperación de la catedral de Valencia. "Marcará un antes y un después del templo, una auténtica joya desconocida incluso para muchos valencianos", señaló Fernando Benito. "Conoceremos una nueva dimensión de nuestra historia, nuestro arte y al propia catedral", apostilló Tarancón en su primera comparecencia pública desde su nombramiento.