n El plan para potenciar Álava central incluye una segunda pista en Foronda
Construir una segunda pista en el aeropuerto de Foronda, apostar por la autopista A-1 (es decir, la Éibar-Vitoria, pero ampliada) y convertir la Llanada alavesa en un centro europeo de distribución de mercancías son algunos de los objetivos trazados por el Plan Territorial Parcial de Álava central, presentado ayer en sociedad por la Diputación. El proyecto, que incluye también situar en Foronda la logística portuaria de Bilbao y la aduanera de Irún, obtuvo un unánime respaldo de los empresarios y la Cámara de Comercio de Álava.
El proyecto se basa en el concepto de la ciudad vasca y trata de convertir a la comunidad autónoma en punto clave de las comunicaciones transeuropeas (ver EL PAÍS del 24 de enero). Según su principal responsable, el diputado de Urbanismo, Avelino Fernández de Quincoces (EA), "no se puede asegurar que Euskadi siga estando en esos ejes", a no ser que se produzca una apuesta estratégica. Con ese objetivo se ha redactado el avance del plan, que es el segundo instrumento urbanístico más importante tras las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT). El texto centra sus esfuerzos en el llamado arco de la innovación, esto es, la zona comprendida entre Nanclares y Legutiano, con el aeropuerto de Foronda como eje. Pretende convertir ese lugar en motor de la economía vasca y para ello se utilizan varios argumentos. El plan incluye construir en un futuro una segunda pista en Foronda, captar a importantes empresas europeas del sector aeronáutico, potenciar la carretera Éibar-Vitoria ampliándola hasta Armiñón (de modo que enlazaría con la A-68) e incluso prevé que sea de pago. Así pues, la N-I quedaría como una vía de uso comarcal. Eje ferroviario Apuesta también por la consolidación del eje ferroviario Vitoria-Dax, aunque con matices con respecto a la idea inicial. Fernández de Quincoces admitió que durante la redacción del proyecto se desconocía aún la propuesta de las cámaras de Comercio vascas para cambiar el trazado de la Y vasca de alta velocidad por la L invertida. "Deberá ser minuciosamente analizada", comentó, sugiriendo su posible apoyo a la idea. El plan parte con los apoyos del mundo empresarial alavés, de la propia Diputación y del Gobierno vasco. Tras su presentación en el Parque Tecnológico de Álava, el consejero de Ordenación del Territorio, Patxi Ormazabal (EA), aseguró que cuenta con apoyos en el Ejecutivo y que antes de redactarlo "se ha consultado a muchos agentes y colectivos. Será muy positivo para toda la comunidad". El presidente de la Cámara de Comercio de Álava, Josu de Lapatza, calificó el texto de "apuesta muy necesaria y con muchas posibilidades de realización" y animó a que se ponga en marcha "a corto plazo". Desde el Sindicato Empresarial Alavés (SEA), su secretario general, José Zurita, se admiró de que "los políticos piensen a 20 o 30 años vista" y añadió: "Tal vez la opinión del mundo económico es mucho más unánime que la de los políticos". Avelino Fernández de Quincoces expuso que el plan supone "una propuesta descarnada, muy clara, que no esconde nada. Pero si no tiene un acuerdo social, institucional y político, la apuesta no tendría validez".
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