Amnistía declara preso de conciencia al militar ruso que denunció vertidos
La reapertura del juicio contra el capitán de fragata Grigori Paskó, en la ciudad rusa de Vladivostok, a quien se le acusa de alta traición, ha suscitado las protestas de los defensores de derechos humanos. Paskó no tiene ninguna esperanza de que el juicio, que transcurre a puerta cerrada, sea justo, ya que, según denunció, los jueces pertenecen al Servicio Federal de Seguridad (SFS). Amnistía Internacional acaba de declarar a Paskó prisionero de conciencia.Paskó es acusado de espionaje a favor de Japón por los órganos de seguridad ruso, pero los abogados del capitán aseguran que éste estaba haciendo uso de sus derechos constitucionales al divulgar que la Flota del Pacífico vertía ilegalmente desechos nucleares en el océano. Paskó, periodista militar conocido por su actividad en defensa del medio ambiente, era corresponsal de Boyevaya Vajta (Guardia de Combate) y también colaboraba con la televisión japonesa NKH. Precisamente esta colaboración fue la causa de los primeros problemas, que datan de 1993, de Paskó con el SFS. Éste le acusó de vender ilegalmente a la NKH un vídeo en el que se mostraba cómo los marinos rusos vertían desechos radiactivos al mar. El 13 de noviembre de 1997 a Paskó le confiscaron en el aeropuerto de Vladivostok unos materiales sobre el Extremo Oriente ruso que llevaba a Japón para un amigo y colega. Una semana más tarde, al regresar, fue arrestado por agentes del SFS y acusado de espionaje. Desde entonces se encuentra en la cárcel.
20 años de prisión
Yuri Maximenko, representante de la asociación de veteranos de la flota, es una de las pocas personas a las que el tribunal militar ha permitido asistir al juicio. "Hay demasiadas suposiciones y pocas pruebas. Referencias de que alguien dijo algo", declaró Maximenko. A Paskó se le acusa de intentar sacar de Rusia documentos secretos y guardar en su casa, con la presunta intención de entregárselos a organizaciones o personas extranjeras, documentos que constituyen secreto de Estado. El artículo 275 del Código Penal ruso establece una pena de hasta 20 años de prisión por el delito de alta traición.
El juicio contra Paskó es similar al que se siguió contra el capitán de navío Alexandr Nikitin, acusado de alta traición por haber colaborado en un reportaje de la organización ecologista noruega Bellona sobre los desechos nucleares vertidos por la Flota del Norte. El caso de Nikitin, a diferencia del de Paskó, atrajo la atención internacional.
Arrestado en 1996 por el SFS, Nikitin fue mantenido 10 meses en prisión, hasta que las presiones internacionales lograron su libertad condicional. El juez de San Petersburgo encontró que las acusaciones contra Nikitin eran vagas, pero en lugar de absolverlo, ordenó que el SFS reiniciara la investigación. Los abogados de Nikitin han apelado ante el Tribunal Constitucional, pero éste aún no se ha pronunciado.
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