Música y fútbol contra la droga
Llevan un año y ya se han cansado de estar hartos y de clamar en el desierto. Están agotados de promover acciones para llamar la atención sobre un problema que implica a algunos y repercute en muchos. Y nada. Son los componentes de la asociación vecinal de Bilbao Sei Kale, empeñados en acabar con el narcotráfico y la impunidad. Por ello, han decidido dar un giro a su actividad y llamar la atención con iniciativas culturales y deportivas. No van a desdeñar a nadie. Tienen previsto llamar a las puertas del Athletic y de la Real Sociedad, pero también de los equipos regionales. Incluso reclamar la participación de los escolares. Empezaron siendo seis, pero Sei Kale agrupa actualmente a los residentes de una docena de calles de la ciudad, prácticamente todas las afectadas por el consumo y tráfico de estupefacientes. "Durante nuestro primer año de existencia hemos realizado todas las denuncias y gestiones posibles ante las personas e instituciones que tienen la obligación de resolver este problema. Hemos salido a la calle, protestado, encartelado, en fin, de todo. Pero hemos seguido padeciendo las jeringuillas, los yonquis, los establecimientos hosteleros ilegales, los atracos y la delincuencia en general, así que se nos ha ocurrido hacer otro tipo de cosas", explica un portavoz de la junta directiva. El cambio de rumbo arrancó con un recital lírico el pasado 7 de enero. Canciones como Corazón por qué pasáis, la popular Clavelitos de Valverde o el barberillo de Lavapiés, de Barbieri, en la voz de la soprano Charo Picazo, acompañada al piano por Juan José Ortega, superó el esperado éxito de público. También consiguió que dos concejales del Ayuntamiento de Bilbao respondieran a la invitación y se interesaran por lo que más importa a Sei Kale: combatir el narcotráfico y sus secuelas. Los ediles Teo Uriarte, de Economía y Hacienda, e Ibon Areso, del área de Obras y Servicios, asistieron al recital desde la primera fila. "Eso ya es un paso. Nuestro objetivo es sentar juntos, porque hasta ahora nunca se ha hecho, a los representantes de las instituciones. Su falta de sintonía complica la resolución del problema. Estamos seguros de que con voluntad política y colaboración ciudadana, se hubiera cortado hace ya tiempo. Los políticos nos dicen que sí, que hacen mil cosas, pero no es cierto", se quejan en la dirección del colectivo ciudadano. Empezaron con la música y van a continuar con el deporte. Su primer objetivo es complicado. Pretenden que un mismo día, los equipos de fútbol, desde los grandes a los escolares, coincidan en un acto simbólico. Están estudiando los detalles. Quizá pancartas en los campos de fútbol con una misma leyenda. O mensajes que llegue a través de las voces de los capitanes. "Lo que buscamos es hacer un gran acto, contar con el mayor número posible de gente. Sería bonito que miles de personas, famosas y no famosas, se unieran contra la droga". La agrupación Sei Kale tiene muchos planes y un objetivo: cultura y deportes
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