Economía intenta reducir la comisión al comercio por cobro con tarjetas

La Secretaría de Estado de Comercio, Turismo y Pymes, del Ministerio de Economía, creará con el sector financiero un grupo de trabajo para estudiar una posible reducción de las comisiones que las tarjetas de crédito cobran a los pequeños comerciantes, según explicó Elena Pisonero, titular de este departamento.La secretaria de Estado reconoció que la comisión media que cobran las tarjetas de crédito es similar a la europea, entre el 2% y el 2,5%, aunque precisó que esa media se extrae de un "colectivo muy disperso", ya que mientras las comisiones que se aplican a las grandes firmas de distribución se sitúan en el 1%, las que se aplican al pequeño comercio llegan al 6%.

Pisonero, tras reconocer que los bancos y las cajas defenderán sus intereses en este terreno, propondrá estudiar el problema de forma conjunta para que el comercio minorista no salga perjudicado. Los datos facilitados sobre cobro de comisiones por tarjetas vienen avalados por un estudio que el departamento encargó al Banco de España ante la queja generalizada de los pequeños comerciantes.

Comercio quiere aumentar la transparencia en el cobro de comisiones por uso de medios de pago electrónicos para detectar los aspectos del proceso que resultan más gravosos para el pequeño comerciante. La secretaria de Estado reconoce que no se trata de imponer una rebaja, sino de estudiar de forma conjunta qué aspectos se pueden mejorar.

Código de Buenas Prácticas

Asimismo, la secretaria de Estado de Comercio tiene previsto presentar el próximo mes de marzo un proyecto de Código de Buenas Prácticas Comerciales que ha sido acordado con el sector. La actual Ley de Comercio, que entró en vigor en enero de 1996, no ha logrado dar una solución práctica que convenza al sector en los apartados de ventas a pérdida, plazo de pago a proveedores y rebajas.Precisamente estas tres deficiencias son las que Comercio quiere solventar sin "tener que apelar a cambiar el texto legal". El objetivo del Código de Buenas Prácticas Comerciales es que el sector siga de forma voluntaria una serie de recomendaciones que el propio comercio ha sugerido para no tener que abordar un cambio de la Ley de Comercio, cuya tramitación parlamentaria duró casi dos años y generó una gran polémica entre los distintos segmentos del sector y los consumidores.

En el código no está previsto tocar el apartado de los horarios comerciales, que fue el mayor escollo de la Ley de Comercio. Cada comunidad autónoma, en el mes de enero del año 2001, tomará la decisión que estime oportuna y establecerá los domingos y festivos que podrán abrir los comercios.