Atrapados para siempre
En ocasiones, la respuesta de determinados árboles, como las coníferas, contra el ataque de insectos y hongos parásitos es convertirlos en materia inmortal. Una hormiga arborícola, por ejemplo, sigue disciplinada su camino hasta que le cae encima una gota de resina. Entonces el insecto inicia una batalla por librarse de la viscosa y pegajosa sustancia. No lo conseguirá si mientras tanto otra gota de resina se precipita sobre la anterior. Cuando esto sucede, la hormiga se queda inmovilizada y empieza el proceso de fosilización que la hará inmortal. El proceso es lento pero muy eficaz. Han de pasar millones de años para que la resina llegue a ser ámbar. Primero, la resina será copal y, finalmente, ámbar; y la hormiga un fósil similar a los que se pueden observar con lupa, hasta el 21 de febrero, en la exposición Atrapados en ámbar, que ayer se inauguró en el Jardí Botànic de la Universidad de Valencia. La muestra, organizada por el Museu de la Ciència de la Fundació La Caixa de Barcelona, tiene un marcado carácter didáctico. En ella se explica todo el proceso de conservación y formación de fósiles en el ámbar y se relatan todas las características y propiedades de ésta. Cerca de 40 millones de años tienen las ocho piezas que se exponen y que proceden de la isla de La Española, actual República Dominicana. Es allí donde La Caixa adquirió la colección de cerca de 500 fósiles que ahora forman parte de su museo. El cine se encargó de vulgarizar las cualidades conservadoras del ámbar gracias sobre todo a la película Parque Jurásico, de Steven Spielberg. La reconstrucción del ADN de los animales prehistóricos que pueblan este filme de ciencia ficción se realizó a partir del hallazgo de insectos fosilizados en ámbar que habían chupado sangre de dinosaurios. "Precisamente en la isla de Santo Domingo", comenta el comisario de la exposición Josep Miquel del Campo. Pero los insectos fósiles sólo conservan el caparazón porque los microorganismos han devorado su interior y "no queda nada de sangre", apostilla Del Campo, quien insiste en que de momento no es posible reconstruir todo el ADN a partir de un fósil. De todas formas se trata de una cuestión muy discutida en el ámbito científico y sobre lo que no se ha dicho la última palabra. Hay paleontólogos como el estadounidense George Poinar que defiende la existencia de ADN fósil y otros investigadores dicen haberlo obtenido, aunque fragmentado, de varios insectos, aunque los resultados no se han podido duplicar. "Reconstruir un organismo a partir del ADN es ficción ahora mismo, pero bacterias sí es posible", ha declarado Poinar sobre el asunto. Además, un grupo de científicos españoles ha entrado en la carrera promoviendo el proyecto Ámbar 2000 con la intención de verificar las tesis de Poinar utilizando los insectos de unos 100 millones de años del importante yacimiento de ámbar en Peñacerrada (Álava). La exposición Atrapados en ámbar es una buena oportunidad de conocer e iniciarse en el mundo del ámbar.
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