La Fura dels Baus muestra su "radiografía sentimental y autopsia lírica" de Lorca

El pasado año, en el que Federico García Lorca ha sido minuciosamente diseccionado desde las ópticas más diversas, se echó en falta una lectura escénica sobre el poeta visualizada por un grupo rupturista y provocador. No es que no existiera, es que no había llegado a Madrid. Pero anoche aterrizó esa otra visión ideada por La Fura dels Baus, grupo oficial del panorama español en lo que a rompedores y rebeldes se refiere. Con su idioma furero, internacionalmente conocido y reconocible, en el que conviven sonidos y lenguajes eclécticos con proyecciones y seres enjaulados, presentaron ayer en el Teatro de Madrid Ombra, montaje que califican de "radiografía sentimental" sobre Lorca.

"Es una radiografía de Lorca porque es un punto de vista personal y externo, dentro del lenguaje de la Fura, y es sentimental porque esta obra y este autor se merecen todo nuestro respeto", afirma Hansel Cereza, director artístico y escénico de este montaje, además de coguionista y dramaturgo, junto con David Martín. Cereza -uno de los siete supervivientes del grupo que fundó La Fura hace 20 años, al igual que Miki Espuma, que en este montaje se ha responsabilizado de la música-, presentó Ombra -proyección de un hombre...- en Madrid, junto con los actores que participan en el montaje y otros colaboradores del espectáculo, de manera un tanto insólita, lo cual, tratándose de La Fura, casi puede resultar una obviedad. Se dirigieron a la prensa en los sótanos del Candela, local del barrio de Lavapiés ligado desde hace años al mundo del flamenco y adonde el artisteo y los buscadores de novedades nocturnas acuden habitualmente. Hasta ahí todo fue normal, teniendo en cuenta que los universos lorquianos también flotan en las noches del Candela. Lo chusco del encuentro con la prensa fue que, mientras los de la Fura afirmaban que estábamos "en penumbra", los asistentes de numerosos medios de comunicación afirmaron que se estaba en una oscuridad total, por lo que hubo que coger notas a buena velocidad recurriendo a la intuición, ya que nadie conocía el método braille.Pero todos salieron contentos, al igual que el público que anoche acudió al Madrid y se encontró con que, a pesar de que este trabajo de la Fura se desarrolla en un teatro a la italiana, (el escenario se sitúa enfrente del público), algo que habitualmente han rechazado los integrantes de este grupo, el lenguaje furero de aparatología y sonidos estaba asegurado. "La estructura dramática de este montaje", dijo Cereza, "parte de una ejecución..., se va hacia la muerte y es en ese rigor mortis donde encontramos el material necesario para hacer una autopsia lírica en la que se ahonda en la personalidad de Federico como hombre".

Sobre la música

Tratándose de un espectáculo sobre la vida de Lorca, el músico titular de la Fura dels Baus, Miki Espuma, que se ha ocupado de este aspecto en Ombra, no lo ha tenido fácil, ya que el escritor granadino estuvo muy íntimamente ligado al mundo de la música, al igual que la temática de su literatura: "Somos el fruto bastardo de nuestro pasado y Lorca nos hace libres desde la raíz de los sentimientos hasta lo más alto del razonamiento", afirma Espuma. Aprovechando que los chicos de la Fura se han puesto más oníricos que nunca, pero sin perder de vista el contacto con la realidad y teniendo en cuenta que el símbolo del toro está ligado al mundo lorquiano, este montaje ha sido patrocinado por Osborne, marca cuya popular imagen de un astado ha sido utilizada por La Fura como símbolo del poeta cuando se aleja de las presiones de su tierra para buscarse un nuevo entorno en Nueva York.El espectáculo, que nace por iniciativa de la familia Lorca y la comisión para la celebración de su centenario, toma textos de Poeta en Nueva York, del Romancero gitano y diversas cartas y documentos pertenecientes a los herederos. También hay un cuento putrefacto dedicado a Pepín Bello, uno de los personajes más cercanos a Lorca en su etapa madrileña en torno a la Residencia de Estudiantes.

Los personajes denominados Mujer, Intimidad, Presión y Ruptura están interpretados por los actores Isabel Rocatti, Abraham Hurtado, Óscar Rabadán y Juan Navarro. El hombre lo interpreta el bailaor Javier Latorre (también coreográfo del montaje), y la muerte, la cantante Danna Leese Routh. Como en otros montajes, el equipo técnico del espectáculo está formado por un ingente equipo de profesionales.