Miles de trabajadores se unen a los mineros en su marcha a Bucarest

Los cerca de 10.000 mineros rumanos del valle del Jiu, a quienes se han sumado miles de trabajadores de otras cuencas mineras contiguas, continuaron ayer por carretera su marcha hacia la capital. Anoche, los líderes sindicales manifestaron que están dispuestos a dialogar con el Gobierno de centroderecha de Radu Vasile, pero únicamente si el primer ministro participa personalmente en las negociaciones.

Los mineros abandonaron ayer la ciudad de Tirgu Jiu, donde habían pernoctado, en 70 autobuses, 120 turismos, 10 microbuses, 4 camiones y otros vehículos. Los prefectos de los departamentos de Valcea y Dolj, situados en la ruta de los mineros, declararon que darán órdenes a la policía de que intervenga para impedir las alteraciones del orden público. El prefecto de Valcea, Nicolae Curcaneanu, declaró a la emisora de televisión privada ProTV que está decidido a detener a los mineros en su avance y no permitir que entre en su departamento esa columna "ilegal".Tropas del Ministerio del Interior han comenzado a instalar barreras en la carretera, unos 20 kilómetros antes de la ciudad de Horezu. La Administración de la Sociedad Nacional de la Hulla de Tirgu Jiu se negó a poner sus autobuses a disposición de grupos de mineros de la cuenca de Oltenia que deseaban unirse a sus compañeros y la policía les impidió apoderarse por la fuerza de los vehículos. "El Gobierno quiere instaurar la dictadura, pero todos tenemos el derecho a la libertad", dijo el líder de los mineros, Miron Cozma, de 44 años, antes de salir hacia Bucarest, donde ya sembró el pánico en dos ocasiones anteriores -1990 y 1991- al frente de sus hombres. Otro dirigente sindical, Romeo Beja, declaró que los mineros quieren pedir el diálogo y no la dimisión del Gobierno, como exigían anoche los manifestantes. El vicepresidente del sindicato, Dumitru Lois, dijo anoche: "Estamos a favor de las negociaciones con la condición de que el primer ministro Vasile forme parte de la Comisión gubernamental. En caso contrario mañana [por hoy] a las ocho de la mañana (siete de la mañana hora peninsular española) retomaremos nuestro camino hacia Bucarest".

Los mineros del valle del Jiu, en huelga desde hace 16 días, emprendieron la marcha hacia Bucarest el pasado lunes, después de que el Gobierno rechazase sus principales exigencias: un aumento salarial del 35% y la revisión de la orden de cierre de los pozos improductivos. Las autoridades rumanas han expresado su decisión de impedir a toda costa la llegada a la capital de los mineros.