El "Fuenteovejuna" de los Bardem

El próximo día 21 se estrena Entre las piernas, la película de Manuel Gómez Pereira que protagoniza Javier Bardem. En la misma semana se inica el rodaje de La mujer más fea del mundo, que será el primer largometraje de su primo Miguel, en el que trabajarán también dos hermanos de éste: Juan, que compondrá la música, y María, que será la script. En el filme tenía que haber estado Pilar Bardem, tía de éstos y madre de Javier, que no podrá hacerlo porque se marcha a Perú para intervenir en una nueva versión de la novela de Vargas Llosa Pantaleón y las visitadoras, dirigida por Francisco Lombardi. El próximo sábado tendrá lugar la gala de los Premios Goya, a la que Juan Bardem acude formando parte del cuarteto finalista que opta al galardón a la mejor música original por Los años bárbaros. Carlos, hermano de Javier, está rodando Volaverunt, con Bigas Luna, y al tiempo ha visto cómo el pasado día 6 el jurado del Premio Nadal recomendaba la publicación de su novela Muertes ejemplares. ¿Cómo hay tantos Bardem en primera fila a la vez? ¿Existe entre ellos el concepto de clan? ¿Van en lote al trabajo, al cine, a los premios? ¿La familia que rueda unida permanece unida? ¿Es esto una especie de Fuenteovejuna involuntario?Son la cuarta generación de cómicos, la quinta si se incluye ya a Guillermo, el hijo de María -"un niño precioso", dice su abuelo, Juan Antonio, que tiene la foto sobre la mesa del despacho-, que apareció fugazmente en El día de la bestia, de Alex de la Iglesia. Tienen toda la pinta de caerse extraordinariamente bien unos a otros. Se convocan a trabajar juntos porque dicen confiar en la calidad del trabajo de los demás. No se consideran un clan, aunque, como dice Carlos, "en mi casa nos hemos criado como una piña", para añadir riendo: "Creo firmemente en el nepotismo familiar, y quizá esto entronque con la idea de clan mafioso mediterráneo", a lo que su primo Juan, el compositor, reacciona con grandes aspavientos.

Javier asegura que "la familia Bardem es "un compromiso importante, y la suerte o coincidencia de que, en los últimos años, cada uno de sus miembros ha tenido su recompensa, casi todos en el cine, pero también en la hostelería o la literatura. Pero eso, que se puede llamar éxito, nosotros lo llamamos final consecuente al trabajo y a la disciplina".

Clan hostelero

Los Bardem parecen tener una doble característica: ser carne de cine y teatro y poseer una irreprimible tendencia a regentar bares. Carlos llevó uno durante cuatro años en Río de Janeiro, experiencia sobre la que prepara su segunda novela, vena literaria ésta que le viene, piensa, de la enorme biblioteca que le dejó su padre. Él y Javier fueron relaciones públicas un día a la semana de otro bar madrileño, Torero, y, según cuenta su madre, Pilar, "en épocas difíciles" ambos y su hermana Mónica han trabajado de camareros. "Nos gustan las barras por dentro y por fuera", comenta Pilar, que desde agosto está metida con sus tres hijos en La Bardemcilla, el antiguo Café Latino, de Madrid, convertido en taberna-restaurante, y en donde Mónica, al frente del cotarro, dice hacer "unas croquetas de morirte".

Por el local se deja caer con frecuencia, hasta la madrugada, la farándula joven y menos, que, croquetas aparte, observa las reliquias de la familia: los carnés de actores del sindicato vertical de los padres de Juan Antonio y Pilar, Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro (la madre, de otra saga histórica del teatro español); la foto de primera comunión de Juan Antonio y la hoja de cuaderno donde le pedía a su padre, dibujo incluido, el uniforme de fútbol del colegio del Pilar; Javier, de pequeño, toreando; los abuelos, de boda; el arcón vasco de la abuela Flora, suegra de Pilar; carteles de las películas de todos. E incluso una foto de Pilar vestida de madre superiora en la serie Hermanas, que Tele 5 acaba de dejar de emitir.

"Una vez que me han echado del convento, por desesperación me meto a puta", comenta su pase de reverenda madre Pilar, como se llamaba en la serie, a Chuchupe, madame de las visitadoras. "Vivir con mi madre es como estar en Port Aventura", asegura Carlos. ¿Y el tío Juan Antonio, el patriarca de la familia? "Más que patriarca de la familia, es el de Constantinopla. Cuando él habla, se hace el silencio", bromea.

Miguel y Juan creen que no han tomado a su padre (el de Constantinopla) como modelo. "Él sólo me metió el cine en las venas, aunque con una familia como la nuestra siempre estás más cerca de ese ambiente que un obrero de Alicante", afirma el futuro director de La mujer más fea del mundo.

Dice Miguel Bardem, en cuyo filme colaborarán sus hermanos Juan y María, que, si hubiera podido, hubiera metido también en él a Carlos, a Mónica -que se conforma diciendo: "Trabajo en la peli del primo con un papel de dos sesiones"-, a Javier y a Pilar, porque "más vale lo malo conocido". Su tía se le ha escapado ahora, camino de Perú, pero ya ha pensado que protagonice la siguiente película, "una historia muy madrileña, mezcla de Los timadores y Atraco a las tres", junto a Federico Lupi.

Juan, quien asegura que lo que más le preocupa al iniciar una composición es "que el trabajo sea una piel de la película, que valga sólo para ése filme", es, dice su padre, "mi venganza de la tía Nati, que era profesora de piano y, con su mentalidad burguesa, enseñaba sólo a las niñas. Yo, que soy muy melómano, a los diecisiete años no tuve ya valor para aprender".

Juntos y revueltos no sólo por voluntad familiar, sino por méritos sumados. Como cuando el 27 de enero de 1996, en la entrega de los Goya, hicieron bingo. Miguel se llevó el premio por su cortometraje La madre; Pilar, como actriz de reparto por Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, y Javier fue premiado como mejor actor por su interpretación en Boca a boca. Juan Antonio Bardem desgrana el árbol genealógico con todo lujo de detalles, desde la fundadora de la dinastía, su tía abuela y madrina Mercedes Sampedro, hasta su sobrino Javier, en cuyo nacimiento estuvo presente. Prepara la revisitación de su Calle Mayor, un filme que se llamará Regreso a la Calle Mayor, en el que mezclará la ficción de la película con la realidad de qué ha sido de Isabel, la protagonista. "Isabel es ficción, pero la actriz, Betsy Blair, vive todavía. ¿Qué ha sido de ella en estos más de cuarenta años? Querría hacer algo como Celuloide, de Carlo Lizzani, la reproducción con actores, cincuenta años después, de la gestación de Roma, città aperta".