Buenas relaciones
Aunque Ricardo Alba no ocupa ya ningún cargo oficial en la Asociación Española Contra el Cáncer desde que fuera obligado a dimitir el 19 de diciembre, en su visita ayer a los juzgados no se despegó de la presidenta. Ésta le recibió con dos besos y se marchó con él.La relación no está por lo tanto cortada, pero sí pendiente de lo que resuelva la investigación encargada a José Joaquín Ysasi-Ysasmendi, designado por la AECC para analizar la gestión de los fondos de la asociación en la etapa en que Alba era director general. Y contrasta con la que mantiene María Esperanza Aragón Pineda con algunos presidentes provinciales que piden explicaciones y a los que no ha recibido desde que se conoció la denuncia, a pesar de sus peticiones. Ni siquiera les ha comunicado, según uno de ellos, si Alba ha firmado ya el finiquito.