Cuatro testigos aseguran ante el juez que Alba controlaba la Asociación del Cáncer
Un grupo de presidentes provinciales amenaza con una asamblea extraordinaria
El ex director general de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) Ricardo Alba, que dimitió hace un mes por la supuesta gestión irregular de 700 millones destinados a Latinoamérica, disponía de cartas en blanco firmadas por la anterior presidenta, la condesa de Elda, según declaró ayer la secretaria de ésta en la primera sesión del juicio por la demanda del oncólogo Hernán Cortés-Funes contra la directiva. Cuatro testigos subrayaron que Alba manejaba la asociación a su antojo, con más libertad según se agravaba la enfermedad de su presidenta, ya fallecida.
El juicio no es el problema más grave al que se enfrentan los responsables de la AECC. Al menos a corto plazo. La rebelión de un grupo de presidentes provinciales puede ponerles en jaque la semana que viene. El de Almería, Ginés Nicolás, fue el primero en enviar esta semana una carta a la actual presidenta, María Esperanza Aragón Pineda, en la que le exige una reunión urgente para que explique qué está pasando y cuál es la situación de Alba en la asociación.Si no contesta "en un plazo razonable", explicó el presidente balear José Forteza, se verán obligados a convocar una asamblea extraordinaria. A la carta se han sumado, según Forteza, más de 11 de los 52 presidentes provinciales, el número mínimo para convocar la asamblea sin contar con la junta directiva.
La otra batalla está en los juzgados. La secretaria de la condesa de Elda, María Rosa Micó, que sigue trabajando para la asociación, declaró ante el juez que Ricardo Alba le pidió un impreso con la firma estampada de la anterior presidenta en septiembre de 1997. Con ese impreso, según Micó, Alba redactó una carta en nombre de la condesa. Algo que ésta ya no podía hacer porque estaba gravemente enferma de cáncer, aseguró poco después el anterior vicepresidente de la AECC, Manuel Falcó, duque de Fernán Núñez.
El juicio que comenzó ayer es civil y tiene su origen en la demanda presentada por el oncólogo jefe del Hospital Doce de Octubre, Hernán Cortés-Funes, contra la actual junta directiva de la asociación por haber sido elegida de forma irregular.Pero si en él llegara a probarse que Alba usurpó las funciones de la presidenta y falsificó su firma, puede dar lugar a un procedimiento penal.
Todos los testigos que ayer pudieron declarar en el juzgado de primera instancia número 33 de Madrid -el ex tesorero de la AECC, Mateo Ruiz Oriol, y el ex secretario, José Luis Gómez Dégano, conde de Coria, además de Falcó y de Micó- coincidieron en que Alba tomó las riendas de la asociación cuando la condesa de Elda cayó enferma.
El resto o no pudo hablar o no se presentó. Fue el caso de Alba, citado como testigo. Le pudieron sus deseos. Cuando el juez le preguntó si quería que alguna de las partes ganara la demanda, contestó que sí. Y señaló a la dirección de la AECC. El juez le declaró inhábil, al igual que a otro testigo propuesto por la parte demandada. Siete más, miembros de la junta de Madrid, ni siquiera acudieron.
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