El malestar sindical

Comisiones Obreras y UGT no disimularon su malestar ante la apertura del expediente europeo que cuestiona su pacto de julio de 1997 con la Comunidad de Madrid. Aunque ambas centrales proclamaron su "convicción" de que el dictamen final será favorable a sus intereses, el recurso de la Asociación de Empresas de la Construcción desató ayer sus iras. El secretario general de UGT en Madrid, José Ricardo Martínez, se mostró "indignado" con que la patronal madrileña (CEIM) "siga enfureciéndose con sólo oír hablar de empleo estable". Y agregó: "Es absolutamente vergonzoso que un empresario acuda a Europa para denunciar la posibilidad de que un minusválido se incorpore al mercado laboral. Mañana [por hoy] pediré explicaciones al presidente de la CEIM, aunque sospecho que servirá para poco". Martínez atribuyó la airada reacción de los empresarios a su temor "a que el ejemplo madrileño se extienda por toda España". Por su parte, el secretario de Comunicación de CC OO, Francisco Naranjo, acusó a la patronal de "vivir a costa de la sangre de los obreros", por lo que encontró lógico "que prefiera en todo momento pensar en el beneficio económico y nunca en el beneficio social".

Naranjo apuntó que en el sector español de la construcción se registran "el doble de accidentes respecto a Europa", y añadió que entre los afectados "se cuentan, porcentualmente, muchos más eventuales que fijos, así que por algo será".