Cientos de cadáveres inundan las calles de la capital de Sierra Leona tras duros combates
Las calles de Freetown están inundadas de cientos de cadáveres. Los rebeldes del Frente Revolucionario Unido (RUF) han quemado casas y automóviles en su retirada, aseguran testigos de la batalla por el control de la capital de Sierra Leona. Miles de personas están atrapadas sin agua, electricidad ni alimentos entre dos fuegos. Los 15.000 soldados de la fuerza de interposición de África occidental (Ecomog), en su mayoría nigerianos, han logrado recuperar tras durísimos combates algunos de los barrios del centro y del este conquistados en el fin de semana por la guerrilla.
"Los rebeldes están destruyendo todo en su retirada. La ciudad se encuentra en llamas. Mientras huíamos vimos calles repletas de cadáveres de civiles y militares", asegura aún asustada Josephine Garnem, sierraleonesa de 25 años. Ella y su novio libanés, Rabi Torbay, de 28 años, son unos afortunados. Están vivos y desde ayer descansan en el hotel Sierra, en una de las zonas controladas por las tropas africanas de interposición. Tuvieron que caminar cerca de 10 kilómetros en medio de la lucha. "Fue terrible. No había nada para comer... mis padres siguen ahí, atrapados. Estoy muy preocupada por ellos", añade. "Es terrible, los cuerpos, los incendios", afirma Torbay entre lágrimas. "La situación es tremendamente desesperada". Torbay asegura haber visto a cientos de tropas nigerianas tomar posiciones. La lucha es casa por casa en el este de Freetown. La Ecomog ha recuperado el control del edificio de la Presidencia, situado en el centro. Los rebeldes secuestran civiles y los utilizan como escudos humanos para proteger su salida. Fuentes del RUF aseguran tener en su poder a 300 soldados nigerianos. Hay explosiones y disparos aislados.El portavoz del Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR), Kris Janowski, advirtió ayer en Ginebra sobre el peligro de una "gran catástrofe humanitaria, a no ser haya algún tipo de alto el fuego y se garantice la entrada de alimentos". "La situación", sostiene, "es terrible, sobre todo para los civiles. Ellos no tienen a dónde ir. Eso explica por qué no se ha producido un éxodo".
Un millón de personas se hacinan en Freetown, el doble de la población de 1991, cuando estalló esta virulenta guerra civil. El Gobierno del presidente constitucional, Ahmad Tejan Kabbah, ha ordenado a la gente que se mantenga en sus casas, pues en caso contrario serán considerados rebeldes y tiroteados.
Los ministros de Exteriores de Costa de Marfil y Togo, países que pertenecen a la Ecomog, lograron ayer sacar del país al jefe histórico del RUF, Foday Sankoh, quien anoche arribó a la vecina Guinea Conakry para una eventual negociación.
Una crisis antigua
Sankoh, en prisión desde marzo de 1997 en Nigeria, primero, y en Sierra Leona, después, había abogado en los últimos días por un alto el fuego, pero el comandante de campo de los rebeldes, Sam Bockarie, se niega a dar crédito a sus palabras hasta que pueda entrevistarse con él.La crisis actual no es nueva. Es una mera prolongación de la guerra civil de 1991. En ocho años han perdido la vida 15.000 personas, y la mitad de los 4,5 millones de habitantes de Sierra Leona se han convertido en refugiados en su propio país.
El RUF boicoteó las elecciones de febrero de 1996, las primeras libres y multipartidistas desde su independencia del Reino Unido, en 1961. En ellas fue elegido Ahmad Tejan Kabbah. En un pacto posterior entre Tejan Kabbah y el líder guerrillero, el RUF aceptó transformarse en un partido político. Todo se fue al traste en marzo de 1997, cuando Nigeria, potencia regional emergente, detuvo a Sankoh acusado de tráfico de armas.
Dos meses después, un grupo de oficiales jóvenes descontentos dieron un golpe de Estado en Sierra Leona y compartieron el poder con la guerrilla. El comandante John Paul Koroma se convirtió en el jefe de esa Junta Militar. En febrero de 1998 fueron desalojados de forma violenta del poder por una fuerza de interposición (Ecomog) dominada por los nigerianos. El presidente Ahmad Tejan Kabbah fue reinstaurado en su puesto. La guerrilla se retiró al interior y 11 meses después ha vuelto a atacar Freetown.
EEUU, a través del portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, acusó a Liberia de estar detrás del RUF. Un hecho que nadie niega. Sierra Leona y Liberia, que sufrió una cruenta guerra civil, están hermanadas por la historia. Ambas fueron el destino de decenas de miles de esclavos libertos que buscaron en sus tierras un futuro mejor.
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