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Los sindicatos y la oposición ven el proyecto como un retroceso

Una reforma educativa implica mucho más que sumar y restar horas para impulsar unas materias de humanidades. Éste es el primer comentario que han hecho los responsables de las áreas de educación de los sindicatos, la oposición y los representantes de los padres alumnos ante las propuestas de reforma de la ESO y el bachillerato. Los programas recogidos en la Ley Orgánica de Ordenación del Sistema Educativo (LOGSE) perseguían unos objetivos muy concretos, entre ellos: dar una atención individualizada a los alumnos y, para ello, hacer un currículo flexible, que atendiera las necesidades de la gran diversidad de alumnado.Las principales críticas a la reforma son las siguientes:

- Se recorta la oferta de optativas, "con lo que se crean alumnos uniformes, en vez de adaptarse a la diversidad de estudiantes", señala el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Fernando Lezcano, que reclama una "negociación urgente" para tratar los inconvenientes que planteará este cambio. "La propuesta contenta a determinados sectores, como a los profesores de filosofía y lengua, y perjudica a otros, como a los de plástica, música, biología o educación física", añade Lezcano.

Negociación autonómica

-El momento es muy inoportuno. Después de tres años en el Gobierno, Aguirre propone una reforma muy relevante unos meses antes de transferir sus competencias. "Algunas de las comunidades que las recibirán antes del verano (como Extremadura y Castilla-La Mancha, gobernadas por el PSOE) echarán marcha atrás este mismo año, una vez que ya tengan esas competencias", augura la diputada socialista Amparo Valcarce. En su opinión, el Gobierno tenía que haber consultado a las comunidades afectadas. Los socialistas consideran que el proyecto es un retroceso, la vuelta a los planteamientos de la Ley General de Educación (1970). -No hay libros de texto adaptados a los nuevos currículos ni tiempo para elaborarlos.

-Si se quitan horas en el bachillerato para incorporar tres de filosofía y una de historia, tendrán que salir perdiendo las llamadas materias de modalidad, entre las que se hallan latín y matemáticas.

- La introducción de las especialidades ya en 4º de ESO pueden plantear problemas. "Si los alumnos cambian de opinión al año siguiente, les resultará muy difícil variar de rama, puesto que no habrán recibido la formación precisa", señala Valcarce. El PSOE defiende el modelo implantado en Andalucía, donde se han incrementado dos horas semanales en el primer ciclo de la ESO (1º y 2º), pasando de 28 a 30, y con las que se han reforzado las materias troncales: historia, lengua, matemáticas y biología.

-Los profesores de música están recogiendo firmas contra el proyecto por considerar que su materia debe estar al alcance de todos los alumnos.

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