El presidente de Aragón lamenta la "maniobra" del obispo de Lleida

El presidente del Gobierno de Aragón, Santiago Lanzuela, lamentó ayer las "maniobras de dilación" del obispado de Lleida en relación con la devolución a Aragón de los bienes de las 111 parroquias que pertenecieron a la diócesis de Lleida y que ahora forman parte de la de Barbastro-Monzón. Lanzuela respondió así a la presentación por parte del obispo de Lleida, Ramón Malla, de un nuevo recurso ante la Santa Sede contra el decreto del nuncio del Vaticano en España, Lajos Kada, que ordenaba la devolución a Aragón de los bienes de las citadas parroquias. Tras participar en el acto de clausura de los homenajes al décimo conde de Aranda, Pedro Pablo Abarca de Bolea, con motivo del bicentenario de su fallecimiento, el presidente aragonés expresó su "respeto" a esta decisión del obispado de Lleida, pero añadió que no la comparte "en absoluto". Lanzuela recordó "los argumentos jurídicos claros" en favor de la devolución del patrimonio a Aragón expresados por el propio Vaticano a través del nuncio de Su Santidad en España. El presidente de Aragón agregó: "No hay ningún tipo de argumento contrario a las tesis de devolución del patrimonio histórico religioso a la nueva diócesis de Barbastro-Monzón", y lamentó "las maniobras de dilación de algo que irremediablemente, hagan lo que hagan, tendrá que venir a Aragón porque es de justicia que así sea". La devolución del patrimonio a Aragón "es una cuestión de muy poco tiempo", según Lanzuela, quien dijo que no entiende la postura del obispado de Lleida y apuntó que "todos los argumentos jurídicos e históricos avalan la tesis que clara y tajantemente dio el nuncio del Papa en España, Lajos Kada". El mandatario aragonés expresó su deseo de que "en poco tiempo sea resuelto este asunto de acuerdo con la justicia del derecho canónico".