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Gustavo Martín Garzo gana el Nadal con una novela sobre el vaivén amoroso de una pareja

'Las historias de Marta y Fernando' es una crónica íntima narrada de forma discontinua

Las historias sentimentales de una pareja explicadas a través de episodios aislados que van desgranando los vaivenes de la relación es, a grandes rasgos, el tema de la novela ganadora del último Premio Nadal de novela. Gustavo Martín Garzo (Valladolid, 1948) recibió ayer noche el galardón, dotado con tres millones de pesetas, por Las historias de Marta y Fernando, en la que el escritor recupera, con un cambio de registro literario significativo, la temática amorosa, que ha sido uno de los ejes fundamentales de su obra. "He querido demostrar que la dicha también es novelable", dijo anoche el autor. Con el premio a Martín Garzo, el Nadal, después de algunas ediciones discutidas, vuelve a apostar por la gran literatura.

Las historias de Marta y Fernando narra la historia contemporánea de una pareja perteneciente a la generación del 68 a través de una serie de flases, diferentes etapas de su relación, lo que organiza la novela, situada de hecho en el momento actual, en siete episodios que tienen independencia entre sí. Pese a que el registro narrativo utilizado por Martín Garzo en esta obra es muy distinto del empleado en sus obras anteriores, la novela recupera algunos de los temas que ha desarrollado en otros momentos de su trayectoria narrativa. Principalmente, el del amor como elemento desestabilizador del entorno cotidiano. "Creo que es un libro diferente de los que he hecho hasta ahora y por eso, en un rapto de locura, lo presenté al Nadal, como una forma de ponerlo a prueba", dijo anoche el autor. "La diferencia con mis anteriores novelas es que termina bien, que es una historia de amor correspondido. He querido demostrar que pese a la idea popular de que sólo la desgracia es novelable, la dicha también lo es". Martín Garzo añadió que el amor "está siempre cruzado de dificultades, pero a veces se da en la tierra una criatura formada por dos cabezas y un sólo cuerpo que son los amantes".La novela explica la historia de una relación en sus detalles más íntimos y en sus significados más hondos. Los protagonistas, Marta y Fernando, viven como todos los enamorados en un universo propio hecho de claves secretas, de encuentros y desencuentros.

Con extrema delicadeza, el escritor desvela las múltiples facetas de la vida en pareja, desde el inicio de la relación, "cuando todo está por construir y los amantes asisten a la inauguración de un nuevo mundo".

Martín Garzo expresó su satisfacción por conseguir un premio como el Nadal "que han recibido autores admirables".

Con la elección de Martín Garzo, el jurado del 55º Premio Nadal opta por un escritor de acreditada solvencia, ganador del Premio Nacional de Narrativa en 1994 por El lenguaje de las fuentes y autor de novelas aplaudidas por la crítica y el público.

Después de tres ediciones con ganadores polémicos como Lucía Etxebarria (1998), Carlos Cañeque (1997) y Pedro Maestre (1996), el Nadal parece intentar recuperar el tono del premio que galardonó a escritores como Carmen Laforet, Miguel Delibes, Rafael Sánchez Ferlosio y Carmen Martín Gaite.

El jurado del último Nadal de este siglo estaba integrado por Pere Gimferrer, Jorge Semprún, Josefina Aldecoa, Andreu Teixidor de Ventós y Antonio Vilanova. Además del galardón a Martín Garzo, el jurado ha considerado obra finalista la novela Levantar ciudades, de la periodista argentina Lilian Neuman. Esta obra, cuyo premio está dotado con un millón de pesetas, narra de forma poética la relación entre una hija y su padre en una historia que comienza en la ciudad argentina de Rosario y acaba en Barcelona.

Tal como se había anunciado previamente, en esta edición el jurado también ha considerado necesario realizar dos menciones con recomendación expresa de publicación, aunque sin dotación. Se trata de novelas de dos autores de la generación más joven, Carlos Bardem -hijo de la actriz Pilar Bardem- y Alberto Escudero. La novela del primero es Muertes ejemplares, una parte de la cual transcurre en el Flandes del siglo XVII y está protagonizada por un soldado español, mientras que la otra se desarrolla en el Madrid actual, con un estudiante que investiga la vida de un hombre mientras trata de comprender la suya. En cuanto a la novela de Escudero, La vida no es un auto sacramental, aborda la vida "aparentemente aburrida" de un joven.

Escudero, que tiene 25 años y, al igual que Martín Garzo, es originario de Valladolid, ha escrito una novela que rebosa humor y aúna un lenguaje moderno y cuidado a la vez.

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