El camión de la discordia
Desde el fin de semana de Navidad, el presidente de la ONG Paz Ahora, Julio Rodríguez, ha asegurado reiteradamente que, junto a él y su equipo, se encontraba en la ciudad croata de Vukovar el camión con las ocho toneladas de ayuda humanitaria a la espera de que las autoridades de Belgrado les concediesen los visados que Serbia exige para entrar a su país.Aduciendo una clara intencionalidad por parte del Gobierno serbio de no permitir la llegada del alimento a "la masacrada población albanokosovar", para así dejarlos morir de "hambre y frío", Julio Rodríguez aseguró ayer y anteayer a este periódico que, al igual que él y su grupo, el camión con toda la ayuda estaba bloqueado por las autoridades serbias. "Llevamos aquí [en Bukovar] desde el día 27. Ni a nosotros ni al camión nos dejan cruzar la frontera serbia", aseguraba ayer Rodríguez desde la ciudad croata arrasada por los serbios durante el verano de 1991.
Pero ayer comenzaron a aflorar versiones diferentes sobre dónde se encontraba el camión cargado con la ayuda. Porque según el agregado de prensa de la Embajada española en la República Federal de Yugoslavia, José Palacios, la ayuda sorteó la frontera serbia "sin problemas" el pasado lunes día 28.
Exactamente la misma frase es repetida desde el hospital por el asturiano que condujo el camión desde Madrid hasta las puertas de Serbia. Y añade: "No podría decir dónde se encuentra ahora el camión pero lo que es seguro es que está dentro de Serbia". A última hora de ayer, la ONG reconocía finalmente que el camión con la ayuda se encontraba desde hacía días en territorio serbio y camino de la provincia de Kosovo. "Pero lo hemos sabido apenas hace unas horas", quisieron puntualizar.
Otra vez los Balcanes
El conflicto kosovar ha hecho resurgir el fantasma de una nueva crisis en los Balcanes. El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, el mismo dictador cuya actitud expansionista dio pie a una guerra como la de Bosnia y que en 1989 anulaba la autonomía en Kosovo ha implantado un sistema de apartheid en la región mediante el despliegue de más de 40.000 policías y grupos paramilitares.
Los serbios controlan el Gobierno y las fuerzas de seguridad de esa región, pero los albaneses que viven en ella y que aspiran en su mayoría a la independencia, constituyen el 90% de una población de 1,8 millones de personas. Desde que hace algo más de un año se radicalizase el conflicto, más de 500 personas han muerto y 250.000 se han convertido en desplazadas.
El Gobierno español no ha sido ajeno a los llamamientos de emergencia para los refugiados kosovares. La Agencia Española de Cooperación Internacional envío el pasado mes de agosto 87 toneladas de ayuda humanitaria valoradas en más de 32 millones de pesetas.
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