La nave 'Mars Polar' buscará rastros de agua en el polo sur de Marte

La nave Mars Polar Lander (MPL) entrará en la atmósfera de Marte a siete kilómetros por segundo y se dirigirá, perdiendo velocidad, hacia el suelo para posarse cerca del polo sur de ese planeta. Antes tendrá que recorrer un largo camino de 757 millones de kilómetros que emprendió ayer a las 21.30 horas (hora peninsular española) desde Cabo Cañaveral (Florida) según el programa de exploración que la NASA lleva a cabo con el planeta vecino.

Hasta ahora, 28 misiones de diferentes países han sido lanzadas hacia Marte desde 1960, con éxitos y fracasos. La nave compañera de MPL en esta fase del programa de Marte es la Mars Climate Orbiter y ya está en camino desde su lanzamiento el pasado 11 de diciembre. La flotilla anterior estaba integrada por la célebre Mars Pathfinder y por Mars Global Surveyor (actualmente en órbita de Marte) que llegaron a destino en julio y septiembre, respectivamente, de 1997. Dentro de un par de años otros dos robots espaciales serán lanzados, a los que seguirán más naves en un calendario escalonado que aprovecha la oportunidad de tomar trayectorias idóneas hacia el planeta rojo así como la experiencia de las misiones previas desde los puntos de vista tecnológico y científico.El objetivo común es completar mapas detallados, hacer perfiles de la estructura de la atmósfera, detectar depósitos superficiales de hielo y perforar el suelo en un par de puntos para buscar trazas de agua.

La Mars Polar Lander, que pesa 576 kilos y mide 1,06 metros de altura y 3,6 de ancho, lleva un brazo articulado de dos metros de longitud que se desplegará sobre el suelo marciano y excavará una zanja para que una cámara vea la textura del terreno. A bordo lleva una estación meteorológica que buscará trazas de vapor de agua. Una cámara y un micrófono para registrar el ruido de viento marciano completan el equipaje científico de la sonda de descenso.

El subsuelo marciano

En la nave van también dos microsondas que se clavarán como proyectiles hasta un metro de profundidad. Estas microsondas llevan sensores que los ingenieros quieren probar de cara a futuras misiones de investigación de sismología y de análisis de muestras en el subsuelo marciano. Uno de los artilugios tomara una minúscula muestra del suelo y la colocará en una cámara donde se calentará y un pequeño láser hará análisis para buscar indicios de vaporización de hielo de agua.

La sonda se quedará fijada al terreno con tres extensibles de aluminio. Sobre ellas descansará la plataforma de instrumentos y equipos de comunicación así como los paneles solares de unos 3,6 metros cuadrados de superficie total que proponcionarán energía a todos los artilugios. Debe funcionar en el suelo de Marte entre 60 y 90 días. De momento tiene once meses de viaje por delante.

Los científicos creen que hubo agua en el pasado en Marte. ¿A dónde fue a parar? La respuesta está en el pasado climático del planeta que ahora se muestra como un desierto inhóspito y, tal vez, en el terreno. Las bandas de colores alternos, que se observan en las fotos tomadas de los casquetes polares parecen indicar la presencia de diferentes mezclas de polvo y hielo.

Hoy la atmósfera marciana es tan ténue y fría que no llueve allí; en la superficie no hay agua en estado líquido, o se congela o esta en la atmósfera en forma de vapor. Las capas heladas polares, que avanzan y se encogen estacionalmente, están compuestas principalmente de dióxido de carbono condensado, el principal componente de la atmósfera marciana.