Inteligentes y compasivos
¿Tienen los delfines la capacidad de ver el interior de las personas? Muchos estudios avalan esta hipótesis. Quienes, como José Luis Barbero, llevan más de 20 años conviviendo con ellos no se aventuran a facilitar respuestas tajantes, pero sí creen que la asombrosa capacidad de ecolocalización de los delfines -son capaces de detectar objetos a más de tres kilómetros de distancia- les permiten radiografiar a los humanos y actuar de manera diferente, a tenor de lo que ven. Su carácter compasivo se encarga del resto.Los delfines nunca abandonan a los heridos de su grupo: les sostienen en la superficie del agua para que pueda respirar y les rodean para protegerles de los depredadores. Las hembras que pierden a su cría navegan largas jornadas con el pequeño cadáver en la boca. Sólo lo sueltan cuando la inanición las sitúa a ellas mismas al borde de la muerte.
Barbero recuerda que en La Habana, cuando fue a buscar delfines para Tenerife y a ayudar a los entrenadores de la isla, incluyeron a un niño invidente en la terapia. Amy lo notó inmediatamente. El niño cubano nadaba muy bien. La delfín se acercó con suavidad y le invitó con insistencia a que se agarrara a su aleta. El chaval lo hizo, y Amy le proporcionó uno de los más bellos paseos de su vida. Despacito, con mucho cuidado, estuvieron ambos deslizándose en el agua, lejos de la orilla para que los cuidadores no pudieran separarles. También fue Amy la primera en darse cuenta de la extrema gravedad de la parálisis cerebral de un niño burgalés que viajó el año pasado a Tenerife. Sujetó sus piernas inmóviles con el hocico y lo balanceó lentamente por la piscina. El niño, por primera vez en su vida, abrió los brazos como si quisiera nadar. Aún lo hace. Y Amy continúa cada día radiografiando a sus pequeños amigos humanos para que, aunque sea por un rato, no se sientan diferentes de los otros niños.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.