El traslado a Berlín
Las prisas por trasladarse a Berlín, la nueva capital, han estado a punto de crear nuevas dificultades a la presidencia alemana. Sin embargo, el sentido común se ha impuesto a la vista del trabajo que se le viene encima al Gobierno alemán con la presidencia simultánea de la UE, del Grupo de los Siete (G-7) y de la Unión Europea Occidental.Hasta la cumbre de Colonia, en junio, todos los departamentos y funcionarios necesarios para el ejercicio de la presidencia de la UE seguirán en Bonn, pese a que el Reichstag se inaugura en abril y el Bundestag elegirá al presidente en mayo. En otoño, el Gobierno comenzará a funcionar en Berlín. Será un funcionamiento provisional, porque la cancillería nueva sólo estará lista a finales del año 2000.
A la hora de decidir el traslado, un argumento ha pesado más que cualquier otro. La esposa de Schröder, la periodista Doris Knopf, quiere que su hija empiece el próximo curso escolar en Berlín. Y los demás -ya sea el Gobierno o los diplomáticos y los corresponsales extranjeros- tendrán que seguirla.
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